El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que las víctimas mortales causadas por la pandemia del nuevo coronavirus en suelo norteamericano se quedarán "con suerte" por debajo de la cifra de 100.000 fallecidos, aunque añadió que "es, sin embargo, una cifra horrible".

En un acto en la Casa Blanca, Trump resaltó que "es una cosa terrible. Podría haberse parado. Debería haberse parado en el origen pero no se hizo".

El último balance de la pandemia del nuevo coronavirus en EE. UU. asciende a más de un millón de personas contagiadas y más de 65.000 víctimas mortales, según datos oficiales recopilados por la Universidad Johns Hopkins.

Trump anunció además que las autoridades sanitarias han aprobado el uso del medicamento antiviral Remdesivir para pacientes de Covid-19, después de que algunos enfermos tratados con él tuvieran una recuperación más rápida.