Francia se prepara para una desescalada muy progresiva a partir del 11 de mayo, con ficheros de enfermos, una brigada para identificar contagios entre sus contactos y una cuarentena para todos los que lleguen desde el extranjero que desincentivará los viajes.

El Gobierno presentó ayer un proyecto de ley, que debe ser tramitado y adoptado la semana próxima por las dos cámaras del Parlamento, y que prolongará la alerta sanitaria hasta el 24 de julio. "Tendremos que vivir mucho tiempo con el virus", explicó en conferencia de prensa el ministro de Sanidad, Olivier Véran, para justificar esa prolongación y las reglas que entrarán en vigor al inicio de la desescalada.

Entre ellas la obligación para todas las personas que entren en Francia (franceses o extranjeros), pero también a la isla de Córcega y a los territorios y departamentos franceses de ultramar, de una cuarentena de catorce días. En caso de que sean diagnosticadas positivas, habrán de someterse a un régimen de aislamiento de hasta 30 días, y que será susceptible de recurrirse ante un juez. Los que no acepten esas condiciones, serán devueltos.

Dentro de Francia, se crearán ficheros de las personas positivas para que los médicos en un primer momento y la Seguridad Social después puedan hacer investigaciones de trazado para tratar de determinar quiénes han estado en un contacto estrecho y son susceptibles de haberse contagiado.

Cuando un test haya confirmado un caso de Covid, el médico de cabecera se pondrá en contacto con el paciente para establecer un primer círculo de personas. Más tarde le tomará el relevo la Seguridad Social francesa, con una brigada que estará compuesta inicialmente por un equipo de 3.000 a 4.000 profesionales y que podría ampliarse si fuera necesario.

Las mascarillas serán de uso obligatorio en el transporte público francés, no en la calle, desde el inicio del desconfinamiento. Para vigilarlo se amplían las competencias de control a los agentes de seguridad de las compañías de transporte, que podrán imponer sanciones, al igual que las fuerzas del orden. Con carácter general, los franceses podrán volver a desplazarse libremente dentro del país desde el 11 de mayo, pero a un máximo de 100 kilómetros de su vivienda.