Cuando el 18 de marzo notó dolor muscular, sudoración y comprobó que tenía 39 de fiebre, automáticamente tomó la decisión de aislarse una habitación de su domicilio y no tener contacto con el resto de su familia. El psiquiatra Juan Carlos Díaz del Valle, médico del Hospital de A Coruña, sospechaba que podía tratarse de Covid-19 y no se equivocaba. "La prueba dio positivo y los primeros días lo llevé bien pero entre el cuarto y el quinto empecé a tener dificultad para respirar y en el hospital decidieron ingresarme porque tenía neumonía y, aunque estuve muy bien tratado, siempre te preocupas", explica este sanitario, quien se considera "un privilegiado" ya que solo tuvo que estar 48 horas hospitalizado —"al poder yo autocontrolarme en casa", indica— y porque "quitando la dificultad para respirar" no tuvo mayores complicaciones y la mayor parte de la enfermedad la pasó en casa con "el seguimiento telefónico de mi médica de cabecera".

Aunque al principio del aislamiento en casa "no tenía fuerzas" para casi nada, después Díaz del Valle sobrellevó la cuarentena con "libros, la guitarra, la zanfona y un rodillo para la bici". "Estuve ocupado", reconoce este sanitario que un mes después de comenzar con síntomas y tras dar negativo en la prueba PCR se incorporó hace algo más de una semana de nuevo a su puesto de trabajo. "Estoy bien aunque de momento? estoy algo más cansado que de costumbre y perdí algo de peso", indica Díaz del Valle, quien insta a consultar con el médico "ante los primeros síntomas". Pese a ser consciente del dolor que esta pandemia ha causado a miles de familias que han perdido a algún ser querido, este psiquiatra del Hospital de A Coruña

insta a ver el lado positivo de esta emergencia sanitaria. "Se ha demostrado que somos una sociedad muy madura, en la que se busca aportar para tirar del carro", sostiene.