Aunque a día de hoy no se conocen con certeza las secuelas de la Covid-19, la experiencia en anteriores pandemias de coronavirus apunta a que la infección por el SARS-CoV-2 sí podría afectar a la función pulmonar. De ahí que el papel de la fisioterapia respiratoria sea clave para los enfermos con cuadros clínicos más graves que precisan pasar por las unidades de críticos (UCI y REA) para salir adelante. El trabajo de los especialistas en esta disciplina se centra en la reeducación ventilatoria, la reexpansión pulmonar, eliminar secreciones y favorecer la tos para volver a respirar sin dificultad, conjuntamente con todas las técnicas de rehabilitación, que buscan garantizar una recuperación integral del enfermo. Este proceso engloba una serie de ejercitaciones de diversa índole, cuyo objetivo principal es "favorecer el destete del respirador", tal y como explica Yolanda Sanesteban, una de las cuatro especialistas en fisioterapia respiratoria de la UCI del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), junto con Paula Medín, Esther Giménez y Monserrat Fernández.

"Trabajamos para favorecer que a los pacientes se les pueda retirar cuando antes el respirador. Lo hacemos de varias maneras. Por un lado, mediante técnicas orientadas a restablecer un correcto patrón ventilatorio; por otra, están los ejercicios dirigidos a favorecer el reclutamiento alveolar, es decir, a expandir el pulmón completamente; y los enfocados a ayudar a movilizar y eliminar secreciones bronquiales (higiene bronquial), que sirven para liberar las vías aéreas y garantizar su permeabilidad", indica Sanesteban, quien subraya que la fisioterapia en UCI va más allá de la recuperación de la capacidad y la función pulmonar. "También es muy importante la movilización precoz de los enfermos, insistiendo en los cambios posturales. Cuando están todavía sedados, esta movilización es pasiva. La hacemos nosotros. Pero cuando despiertan y se les empieza a retirar la medicación, pasa a ser activa", señala.

El trabajo de los fisioterapeutas se inicia, a pie de cama, en las unidades de críticos, cuando los pacientes superan la fase de distrés respiratorio agudo, pero continúa cuando su estado general mejora y son trasladados a planta. "En todo el Chuac somos un total de 39 fisioterapeutas. Si estamos haciendo un gran trabajo durante esta pandemia es porque compañeros de otras unidades han venido a echarnos una mano. Si no hubiese sido así, no daríamos abasto, porque en las UCI hay pacientes con Covid-19, pero también otros sin esta dolencia a los que es necesario tratar. De hecho, Montse, la compañera que se ha quedado a cargo de la UCI de enfermos noCovid ha tenido muchísimo trabajo durante las últimas semanas", destaca Sanesteban, quien indica que para hacer frente a la actual crisis sanitaria, los fisioterapeutas del complejo coruñés se han divido en cinco equipos: tres que trabajan en las unidades de críticos -UCI positiva, negativa y exCovid (adonde son trasladados los enfermos con PCR ya negativa que aún precisan ventilación mecánica)- y dos que toman el relevo de los anteriores cuando los pacientes son trasladados a las plantas de hospitalización (Covid positiva, y negativa también). "Cuando los enfermos salen de la UCI , su estado general aún está muy debilitado, tanto a nivel respiratorio como a nivel muscular. Por eso es fundamental continuar la recuperación en planta", remarca.