El Gobierno permitió ayer las obras de reforma y rehabilitación en viviendas deshabitadas y locales cerrados situadas en edificios con vecinos, siempre y cuando "no se produzca interferencia alguna con las personas no relacionadas con la actividad de la obra", es decir, con los habitantes; o se realicen en zonas "a las que no tengan acceso los residentes mientras duren las obras". Se limitará la circulación de trabajadores y materiales por zonas comunes no sectorizadas. La entrada y salida al inicio y fin de la jornada quedan reguladas y los trabajadores tendrán que adoptar las medidas frente al Covid indicadas por las autoridades sanitarias.