Aunque pueda parecer descabellado acceder a una librería sin manipular los manuales, el protocolo Covid lo ha hecho posible. En la librería Nobel (calle Padre Feijóo) lo han conseguido desde el primer momento de la reapertura ayer. "Los clientes están sensibilizados, no tocan nada", explica Ana Piñeiro, al frente de un negocio en el que ayer los teléfonos no dejaron de sonar con encargos y peticiones de citas previas. "Toda la mañana tuvimos llamadas de gente para pedir los libros del tercer trimestre para el cole". Y es que, como explica esta librera, "muchos tienen problemas para el libre acceso a los libros en las plataformas educativas". Este local tiene dos puertas, lo que permite que el flujo de personas se canalice sin problemas. En el interior, mamparas, botes de gel y mascarillas protegen a clientes y empleados de la librería.