La falta de tiempo para acondicionar el local pero, sobre todo, las prendas ha provocado que Estefanía Varela, de Oliva&Co (Rúa Alcalde Canuto Verea) haya levantado la verja ayer para empezar a recibir clientes con cita mañana. A la desinfección de suelos, paredes y probador suma estos días el acondicionamiento de las prendas que ya colgaban de los burros y de las que han ido llegando en 50 días de inactividad. "Planchamos la prenda con vapor muy caliente cuando llega y se vuelve a planchar por dentro y por fuera una vez que el cliente se la prueba; en este caso se vuelve a desinfectar y se pone 48 horas en cuarentena", explica. Ha llamado a quienes tenían pedidos, que pisarán de uno en uno su negocio a partir de mañana. Eso sí: mascarilla, guantes y gel son condición. "Vamos a dar la opción de probarse y si se quiere, llevar en el paquete original sin manipular", dice.