La entrada en la fase 0 de la desescalada no es lo que más miedo da a Xurxo Rivas, propietario de la Taberna O Secreto. El después es lo que le tiene más preocupado: "Más que problema del aforo, me preocupa el miedo que puedan tener los clientes, el ánimo de la gente para salir a comer, a reunirse, a celebrar cualquier evento", explica. Lo de ayer fue solamente un punto y seguido al trabajo que esta taberna de la Rúa Alameda viene haciendo desde mediados de marzo, sirviendo comidas a oficinas de notarios, consultorías o asesorías de la zona para gente que necesitaba comer en sus despachos. De momento no ha invertido en medidas de protección en sala, por recomendación del colectivo de hosteleros. Llegado el momento, dice, "preferimos perder unos días mientras acondicionamos que invertir ahora en material que no vaya a ser obligatorio después".