Cuando los recursos lúdicos se acaban en las casas, juguetes y libros, aunque no resulten a priori bienes de primera necesidad, pueden llegar a serlo después de 50 días de encierro con niños. "La tienda online ha sido una herramienta que me ha ayudado a sobrellevar [el negocio] este mes y medio largo de cierre", explica Aloia Valencia, que durante el encierro vivió el repunte de la tienda en línea que montó hace un año, donde sobre todo, se adquirieron manualidades, puzles y libros. Los clientes de ayer, ya en la tienda física, se han aprovisionado de regalos pendientes para conmemorar nacimientos y/o cumpleaños celebrados durante el encierro. "Se han portado muy bien, han entrado de uno en uno, no han toqueteado, llevaban mascarilla", indica Aloia Valencia que estos días mantiene descuentos de hasta el 10% para animar las ventas.