Abanca ha logrado un beneficio de 127 millones de euros en el arranque de este año, lo que supone un 13,2% menos que en el mismo período de 2019. La entidad ha provisionado 78 millones para asegurar el crédito ante el tsunami económico provocado por el Covid, que aún no se refleja con toda su virulencia en este balance que abarca hasta el mes de marzo.

El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, y el consejero delegado, Francisco Botas presentaron ayer por primera vez su balance trimestral por videoconferencia, que contó con un protagonista de excepción: el "efecto Covid", tal y como lo bautizó reiteradas veces el presidente de la compañía. Durante su intervención, Escotet afirmó que la entidad afronta el impacto económico de la pandemia en una "posición privilegiada" en lo que se refiere a niveles de cobertura y "sanidad de mercado" que, dijo, son de "los más elevados del mercado".

Desengranando los números principales, Abanca obtuvo un beneficio neto en el trimestre de 127 millones de euros, un 13,2% menos que en el mismo periodo de 2019, pero con el factor añadido de haber realizado una dotación por valor de 78 millones para hacer frente al impacto de la crisis del coronavirus. Francisco Botas, consejero delegado de la firma, explicó durante su turno que, de no existir esa cautela, los beneficios habrían alcanzado un incremento del 0,3%.

La situación "privilegiada" con la que la entidad enfrenta los efectos económicos del coronavirus se mide en niveles de capitalización (con un superávit de capital de 1.221 millones) y en cobertura de activos improductivos del 61,1%, una de las mayores del sector, tal y como explicaron los responsables de Abanca. Además la rentabilidad ROE (la ratio que mide el rendimiento que obtienen los accionistas de los fondos invertidos en la sociedad), se sitúa a apenas una décima del 11%. Las provisiones, que en un principio se consideran suficientes para afrontar lo que queda de pandemia, se someterán a revisión al culminar el primer semestre de 2020. Las sensaciones son buenas para el cierre de año con "mantenimiento de la rentabilidad", apuntaló Francisco Botas.

Escotet incidió en el esfuerzo inicial de Abanca por "tratar de mantener el empleo". Cifró este apoyo en 7.900 millones de financiación a familias, autónomos y pymes, entre otras medidas establecidas como los anticipos de prestaciones a las personas afectadas por ERTE o los 9.500 créditos avalados por el ICO por un valor de 893 millones.

"Nuestra última línea de defensa es la de los trabajadores". Con esta rotundidad se manifestó, por otra parte, el presidente de Abanca para rechazar medidas de regulación laboral entre sus filas. "No tenemos previsto aplicar ERTE durante proceso emergencia ni a lo largo del año 2020", indicó. La entidad monitoriza día a día la evolución de la pandemia. El 70% de la plantilla, unos 4.000 empleados, se han sumado al teletrabajo, al igual que otros 800 trabajadores de proveedoras. "En esta etapa hemos mantenido el 80% de nuestras oficinas abiertas", especificó el consejero delegado. Ha habido asimismo en el periodo un incremento de los clientes de banca móvil de entre el 20 y el 36%.

Penetración en Portugal

Abanca culminó en el mes de marzo la integración de Banco Caixa Geral. Esta operación "complementa" el modelo y estrategia de la entidad, ofreciendo potencial de generación de valor, ampliando su red comercial a nuevas provincias y reforzando la presencia en otras. Tal y como confirmaron los responsables de la entidad, no se renuncia a la adquisición de otra entidad lusa, Eurobic. "No renunciamos a la operación, hemos intensificado el esfuerzo", aseguró Juan Carlos Escotet. El presidente de Abanca asegura que quieren incluir en la negociación "los posibles efectos Covid", aunque matizó que "las estimaciones de adversos en Portugal son inferiores a las que prevemos en España. Abanca tiene previsto apuntalar la operación, "todo el proceso de negociación y adquisición" en el transcurso de mayo.