Italia sigue bajando lentamente la curva de contagios por el coronavirus pero observa atentamente si la reanudación parcial de la actividad y el alivio del confinamiento desde esta semana no provoca un cambio de tendencia que frene la recuperación.

"Debemos controlar los efectos de este reinicio para proceder lo antes posible con la reapertura de las actividades económicas restantes, siempre en condiciones de máxima seguridad", señaló ayer el primer ministro, Giuseppe Conte.

Un día después de entrar en vigor la llamada "fase dos" de la emergencia, que ha supuesto la vuelta al trabajo de 4,5 millones de personas en la industria, la construcción y el comercio al por mayor, los datos siguen mostrando una contención en el crecimiento de contagios, con una tasa que se mantiene por debajo de 1, es decir, que cada persona positiva contagia a menos de otra persona.

El último día se han registrado 1.075 nuevos casos totales, una cifra que desciende cada día, y ya son más de 213.000 desde que se detectó el virus.