Apenas llevaba un mes jubilado cuando Arturo Louro volvió a tener contacto directo con los pacientes. "Como quien dice no vi la puerta de salida", bromea este médico de cabecera que tras ejercer durante años en el ambulatorio de San José ahora forma parte del equipo de facultativos que atiende a pacientes a través del teléfono de información sobre el coronavirus del Sergas. Repartidos en varios turnos trabajan de 09.00 a 22.00 horas para resolver dudas sobre los test, la sintomatología, detectar posibles casos sospechosos e incluso muchas veces dar apoyo psicológico. "Hay quien llama con angustia y miedo y la consulta sirve de apoyo", indica Arturo, quien reconoce que ahora atienden una veintena de llamadas por día pero que hubo semanas de más. Él no lo dudó cuando se enteró de que se precisaban profesionales retirados. "Es un placer hacer lo que te gusta", dice.