El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer el grupo de trabajo constituido para hacer frente a la pandemia de coronavirus seguirá "indefinidamente", un día después de que su principal responsable político, el vicepresidente Mike Pence, diese por hecho un cierre inminente.

El propio mandatario confirmó la noticia el martes al afirmar que "el país no puede estar cerrado durante cinco años" y que algunas tareas del grupo, como la de acelerar la producción de respiradores, ya no tienen sentido. "Estamos pensando en una forma (de responder) un poco diferente", explicó Donald Trump durante un acto en Phoenix (Arizona).

Sin embargo, ayer Trump descartó la disolución del grupo al destacar de él en Twitter que "ha hecho un trabajo fantástico" en estas últimas semanas. El presidente sugirió que, gracias a él, Estados Unidos ha sido capaz de aumentar su producción de productos esenciales hasta el punto de poder "ayudar a otros países que están desesperados".

"Debido a este éxito, el grupo de trabajo seguirá indefinidamente, centrado en la seguridad y en reabrir nuestro país al mundo" y en estudiar posibles tratamientos y vacunas frente a la enfermedad Covid-19. El mandatario sí ha abierto la puerta, no obstante, a posibles cambios en los integrantes de esta comisión. "Y esa forma es la seguridad y la reapertura. Y probablemente crearemos un grupo diferente para eso", agregó.

En un encuentro con personal sanitario en la Casa Blanca, Donald Trump aseguró ayer que la pandemia del coronavirus es "peor" que el ataque contra Pearl Harbor y los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 al World Trade Center de Nueva York, aunque insistió en la necesidad de una apertura gradual de la economía, ya que un confinamiento indefinido "no es sostenible".

"Este es el peor ataque que jamás hayamos sufrido (...) Esto es peor que Pearl Harbor, peor que el World Trade Center. Y no debería haber ocurrido nunca", dijo el presidente estadounidense.

Las palabras del mandatario se producen cuando más de la mitad de los estados de EEUU han comenzado a retirar gradualmente el confinamiento y las restricciones de movilidad pese a que los casos continúan en ascenso y el saldo de fallecidos por el coronavirus rondaban anoche los 72.000, con más de 1, 2 millones de contagios.

Ese rotundo número ha empezado a incomodar a Trump, quien, según el diario digital Axios, se ha quejado a su equipo sobre la forma en la que se calculan las muertes por coronavirus y opina que el número real podría ser inferior, a pesar de que muchos expertos creen que es al contrario y que hay fallecimientos que no se están contando. Una fuente oficial citada por Axios indicó que es probable que Trump comience a cuestionar en público la cifra de muertes en cuanto se acerque a su predicción de fallecimientos máximos.