Empieza la clase virtual y no todos los alumnos están conectados. Faltan algunos trabajos por recibir para su corrección y reenvío. No paran de saltar whatsApps y correos electrónicos con dudas y hasta bien tarde. Mantener la atención a través de una pantalla no es fácil. No es fácil de modo presencial? y de manera virtual la complicación se multiplica. "A veces el alumnado tiene problemas de conexión y hay días en los que es difícil mantener el orden en las videollamadas porque están más ansiosos", expresa Xavier Estévez, docente. Apunta que, en cuanto a las tareas, "hay que medir muy bien lo que se envía, para controlar la cantidad de trabajo: revisarlo todo bien y después corregirlo". Y en su caso juegan con la ventaja de que utilizan una plataforma desde hace unos años para la distribución de tareas por materias y para verlo en su conjunto entre todos los profesores. "De no ser así sería más complicado", añade.

La docencia 100% virtual de un día para otro ha provocado en las últimas semanas muchos quebraderos de cabeza. La irrupción del coronavirus no ha dejado margen para prepararse para la escuela en casa. Y, dadas las circunstancias de los próximos meses, su protagonismo continuará más allá del actual curso. El que viene combinará lo virtual y lo presencial, como baraja el Ministerio de Educación.

Algunos profesionales de la docencia cuentan las dificultades que viven en su día a día, que comparten a través de redes sociales y sobre las que se mueve algún chiste incluso por redes sociales, basados en el cambio de escenario y la adaptación a la docencia virtual.

"Yo creo que lo más difícil es la retroalimentación a los niños. Corregirlas las tareas y ayudarlos para que las mejoren. El sistema no está preparado para eso. Aunque corregimos tareas no sabemos hasta qué punto después los alumnos vuelven sobre esas correcciones", explica Isabel Blanco, docente de Primaria. "Es muy difícil llevar todo al día, contestar mensajes y dudas de familias, corregir tareas y enviar retroalimentación, subir más contenidos y actividades, asistir a las videocoferencias? Esto día tras día, independientemente de que sea fin de semana o día no lectivo", expresa Blanco.

"Son muchos frentes pero yo lo resumiría con un ejemplo: en una clase presencial normal son 50 minutos y 30 alumnos. Ahora tienes que hacer una atención totalmente individualizada a esos 30 alumnos, uno por uno. Resolver las dudas uno por uno por el medio que elijas o puedas, que muchas veces no es el ordenador. El trabajo se multiplica, claro. Yo utilizo básicamente WhatsApp, es como mejor llego a ellos y ellas. Y eso que en este caso están acostumbrados a subir sus trabajos al blog? de no ser así se complicaría más", expresa Luz Beloso, docente de Secundaria.