La Comunidad de Madrid pedirá la semana que viene pasar el 18 de mayo a la fase 1 de la desescalada, después de que el Ministerio de Sanidad haya denegado su solicitud para hacerlo el próximo lunes, día 11, confirmaron ayer fuentes del Gobierno madrileño.

El Ejecutivo madrileño confía en que entonces la región logre el visto bueno de Sanidad para pasar a la fase 1, en la que es posible ver a los seres queridos, asistir a entierros y velatorios, comprar sin cita previa, sentarse en una terraza o ir a la iglesia, entre otras actividades.

La controvertida petición del Gobierno madrileño, cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), vinculó ayer con razones económicas, como ya hizo Ignacio Aguado (Cs), tuvo una importante derivada política en la que hurgó el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, al acusar a Ayuso de querer "ganar posiciones políticas jugando con algo tan serio como salvar vidas".

Cataluña

El Ministerio de Sanidad aprobó la propuesta del Gobierno catalán de que únicamente tres regiones sanitarias de la comunidad, las que presentan un menor riesgo de contagios, pasen el lunes a la fase 1 de la desescalada.

Según confirmaron ayer fuentes del Gobierno autonómico catalán, los técnicos del ministerio han validado los informes técnicos que demuestran que las regiones sanitarias de las Terres del Ebre, Camp de Tarragona y Alt Pirineu i Aran se encuentran en la mejor situación de afrontar esta fase de la desescalada.

Las otras seis regiones sanitarias de Cataluña, incluida la ciudad de Barcelona, que aglutinan al 90% de la población, aún se encuentran en un riesgo de rebrote moderado (moderado-alto, en el caso de la capital catalana), por lo que el Gobierno catalán prefiere esperar unos días a que baje más el número de contagios.

Castilla-La Mancha

Las provincias de Cuenca y Guadalajara pasarán a partir del lunes próximo a la fase 1 de la desescalada, mientras que las de Albacete, Ciudad Real y Toledo continúan en la fase 0 en la actual pandemia de coronavirus.

El Gobierno de Castilla-La Mancha había solicitado que todas sus provincias pasaran a la fase 1 por considerar que la pandemia había evolucionado favorablemente, algo que el Ministerio de Sanidad finalmente ha rechazado.

El Gobierno autonómico castellano-manchego valoró positivamente la medida tomada por el Ejecutivo central, calificándola de "prudente".