Los restaurantes y cafeterías en Portugal tendrán que dejar dos metros de separación entre las mesas y desinfectar seis veces al día, según la guía aprobada ayer por el Gobierno para regular el funcionamiento de estos establecimientos mientras dure la pandemia.

A partir del 18 de mayo, fecha en la que comenzará la segunda fase de la desescalada en el país, las cafeterías y restaurantes, que hasta ahora se mantenían operativos con servicios de entrega a domicilio o comida para llevar, podrán abrir al 50% de su capacidad.

Solo se podrán sentar a la misma mesa los clientes que convivan a diario y la Dirección General de Salud (DGS) insta a los gerentes a que se use de forma preferente la zona de la terraza y el servicio a domicilio. Además, quedará prohibido el sistema de autoservicio y el pago deberá ser, preferentemente, electrónico. Tanto empleados como consumidores tendrán que llevar mascarilla y solo se retirará en el momento de consumir.

Las autoridades portuguesas confirmaron ayer 553 casos más de coronavirus en 24 horas, periodo en el que se registraron nueve fallecidos, lo que evidenciaría la aparente contención del virus en un país que ha comenzado ya a relajar las medidas de confinamiento. La cifra provisional del coronavirus en Portugal alcanza los 27.268 positivos y los 1.114 fallecidos. El número de personas recuperadas aumentó hasta 2.422, mientras que 842 enfermos están ingresados en hospitales.