"Gracias a las medidas de la fase de 'confinamiento y de reducción de la movilidad' adoptadas hasta el momento, se ha conseguido estabilizar a la baja la presión de hospitales y las UCI, lo cual no quiere decir que esto esté acabado. Debemos ser conscientes de que la pandemia continúa", advierte Mar Tomás Carmona, médico microbióloga del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, presidenta de la Comisión de Investigación del Instituto de Investigación Biomédica (Inibic) coruñés, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y representante de Microbiología en la Sociedad Médica Europea (UEMS), quien subraya que nos encontrarnos en la fase de "desconfinamiento gradual", en que la vigilancia sanitaria será "clave para detectar casos y contactos epidemiológicos", y evitar "brotes de infección importantes". "La última fase futura será 'la nueva normalidad', que traerá nuevos hábitos sociales hasta que exista un tratamiento efectivo o de prevención frente a la infección por Covid-19", apunta.

La doctora Tomás Carmona sostiene que el mantenimiento de las medidas de higiene y distancia física, así como el uso de mascarillas, deberían continuar hasta que se encuentre un tratamiento efectivo o de prevención frente a la infección causada por el SARS-CoV-2, "siendo las autoridades sanitarias quienes evalúen la situación de la pandemia en las comunidades autónomas y/o en el conjunto el país", señala. "Es probable que tengamos antes un tratamiento eficaz contra la Covid-19 que una vacuna. Para la utilización de cualquier vacuna en humanos, es necesario cumplir exitosamente una serie de fases, que se podrían haber superado adecuadamente en entre doce y dieciocho meses. Únicamente una vacuna podría llegar antes a la población si se saltan fases o si se llevan a cabo experimentos en paralelo. El proceso es obligatoriamente largo porque hay que acreditar la seguridad y la eficacia, y eso pasa por testar los efectos secundarios y la obtención de anticuerpos. Primero en el modelo animal, y después en humanos, fase en la que ya están de modo preliminar ciertos ensayos en algunos países", explica.

En relación sobre si hay alguna certeza de que los enfermos que han superado la Covid-19 estén inmunizados, esta especialista hace referencia a estudios que "analizan cómo un 95% de la población que ha pasado la infección desarrolla anticuerpos neutralizantes", aunque puntualiza: "Son resultados muy prometedores, pero esta circunstancia debe tomarse con cautela cuando se traslada a la población en general y a los diferentes colectivos de riesgo", remarca.

La doctora Tomás Carmona se muestra prudente, también, a la hora de valorar si la subida de las temperaturas con la llegada del verano actuará como un bálsamo frente a la pandemia. "Estudios en el laboratorio sobre la estabilidad del SARS-CoV2 en determinadas condiciones ambientales indican que a temperaturas como 37º, la viabilidad viral es de un día, frente a los siete que presenta a 22º. Pero la supervivencia del virus depende también de otros factores como la contaminación atmosférica, por lo que debemos ser cautos al respecto", indica la microbióloga del Chuac, quien no descarta que pueda haber rebrotes a corto plazo, "si no se mantienen las medidas de precaución y concienciación social", como la higiene, la distancia física y el uso de mascarillas. "En caso de rebrotes importantes, el confinamiento volvería a ser necesario para estabilizar la situación y disminuir la presión sobre los hospitales y las UCI", concluye.