El Sergas incorpora cuatro lectores clínicos, donados por Abanca, que permiten analizar hasta 25.000 test de anticuerpos de coronavirus al día al automatizar el diagnóstico. Tres de estos equipos tecnológicos fueron instalados esta semana en los laboratorios de los hospitales de A Coruña, Santiago y Lugo, de acuerdo con las necesidades identificadas. El cuarto llegará en los próximos días al hospital de Vigo.

Este material forma parte de un pedido total de 514 equipos de alta tecnología adquiridos por la entidad financiera por un importe total de 4 millones de euros para ampliar los recursos de los hospitales públicos gallegos frente a la pandemia actual y posibles rebrotes.

Estos lectores, al automatizar la obtención de resultados de los test serológicos, agilizan el tratamiento de los pacientes y la extracción de plasma sanguíneo con anticuerpos, en el caso de que sea necesario para tratar a otros enfermos.

El equipamiento tecnológico hospitalario adquirido por Abanca, en coordinación con el Sergas, servirá para reforzar la capacidad de respuesta de la sanidad pública gallega frente a la pandemia actual por coronavirus y posibles rebrotes del virus. Al pedido inicial de 150 unidades de cuidados intensivos se añadieron otros 364 equipos, entre los que se incluían monitores multiparamétricos, monitores de constantes vitales, desfibriladores y ecógrafos de alta prestación que permiten dotar a las UCI de los hospitales gallegos de todo el material necesario para la atención al paciente. Buena parte de estos equipos están ya instalados en los hospitales gallegos.

Desde el inicio de la crisis derivada de la pandemia de la Covid-19, Abanca activó numerosas iniciativas dirigidas a mitigar sus efectos socioeconómicos. Con carácter urgente puso en marcha a mediados de marzo el Plan Anticipar, con la movilización de 7.900 millones de euros en líneas de liquidez para el tejido empresarial y productivo y el adelanto del pago de pensiones de la Seguridad Social y de las prestaciones por desempleo.

La entidad también comenzó a comercializar la financiación con aval del Estado a empresas y autónomos, dentro de la línea especial del ICO Covid-19 e impulsó una moratoria financiera en préstamos hipotecarios y personales para sus clientes perjudicados por los efectos del coronavirus, entre otras iniciativas.