Gobiernos y comunidades científicas de todo el mundo se han movilizado ante esta pandemia.

Me gustaría destacar que estos grandes problemas no se resuelven de manera sencilla ni con pocos investigadores. Son necesarios grandes consorcios que aúnen esfuerzos de gente con diferentes competencias: Inteligencia artificial, fabricación de ARN, inmunólogos y virólogos que sepan identificar las partes adecuadas del virus... y gente como nosotros, de tecnología farmacéutica que mejoramos la respuesta al conseguir que el ARN llegue al lugar al que tiene que llegar. Hay que unir competencias y trabajar todos juntos con un objetivo común, ese el mensaje que me gustaría enviar.

Una vez que se descubra la vacuna ¿nos va a llegar a todos y a precios asequibles? ¿Cómo se va a comercializar? O depende de quien la consiga.

Depende de quien la consiga, pero yo creo que en todos los casos va a haber una gran farmacéutica involucrada en la fabricación. Están todas intentando conseguir una vacuna, por lo tanto podemos pensar que el mundo va a estar abastecido. El prototipo de la biofarmacéutica estadounidense Moderna se encuentra ya en ensayos clínicos en humanos en fase II y se ha aliado con la suiza Lonza Group, con un centro de la localidad pontevedresa de Porriño, para la fabricación masiva. No descarto nuevas alianzas con otras multinacionales. Creo que el objetivo es abastecer a la población del mundo entero.

¿Cuándo iniciaron el proyecto de la nueva investigación?

Hace un mes. Cuando pregunté a mis doctores y doctorandos quiénes querían unirse al grupo de investigación, se apuntaron todos, Al principio no me dejaban tanta gente, pero ahora poco a poco vamos llenando el laboratorio.

Trabajan directamente con el coronavirus ¿temen contagiarse?

Trabajamos con todas las medidas de seguridad recomendadas en el laboratorio, y el trabajo de ordenador, lo hacemos desde casa. Cuando pregunté a mis doctores.