La vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, adelantó ayer que el Gobierno estudia nuevas medidas de flexibilidad para localidades de menos de 3.000 habitantes que permitiría que estos municipios fueran más deprisa en la desescalada. Esta medida afectaría a 155 municipios del rural de Galicia: 79 en Ourense, 42 en Lugo, 22 en A Coruña y 12 en Pontevedra. En el caso de las provincias de Lugo y Ourense, supondría que más de la mitad de sus ayuntamientos tendrán menos restricciones.

La situación también ha mejorado en la comunidad gallega, donde de los 2.074 casos activos en el día de ayer -según los datos del Sergas- solo 123 estaban hospitalizados y 21 en una Unidad de Cuidados Intensivos. Más de 8.150 gallegos que contrajeron el virus ya están curados y ayer no se produjo ninguna muerte por el virus, según los datos de la Consellería de Sanidade. A Coruña es el área sanitaria gallega con mayor número de casos de coronavirus activos (516) -concentra uno de cada cuatro en Galicia-, pero la cifra de quienes están más graves y precisan ingreso hospitalario volvió a bajar en las últimas 24 horas.

En su comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Ribera apuntó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido con los presidentes autonómicos en buscar espacios donde se acelere "con todas las cautelas del mundo" el camino hacia la nueva normalidad porque, matizó, "tiene poco sentido mantener las mismas limitaciones que en las grandes urbes".

"Queremos impulsar medidas que tienen mucho sentido en pueblos pequeños, lo habíamos hecho con alguna flexibilidad muy limitada para municipios con menos de 5.000 habitantes, y hay un compromiso del presidente del Gobierno con los presidentes de las comunidades autonómicas de buscar un espacio donde se vaya más deprisa con todas las cautelas del mundo", indicó la ministra.

Ribera aludió a esta posibilidad tras exponer el plan de desescalada del Ejecutivo de Sánchez y ante las propuestas de diversos grupos que exigen medidas específicas para las zonas rurales ante la reconstrucción posterior al Covid-19.

Estas medidas para localidades de menos de 3.000 habitantes, aún por concretar, se sumarían a las contempladas para los pueblos de menos de 5.000 en los que el Gobierno no aplica la obligatoriedad de ceñirse a franjas horarias para el paseo y la práctica de deporte.

La también ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico incidió en que el nivel de inmunidad de la población es muy limitado, lo que requiere ser "extraordinariamente cautos" en la desescalada, que ha de hacerse "poco a poco" a lo largo de las próximas semanas y los meses.

La vicepresidenta cuarta insistió en que ha sido "extremadamente difícil y doloroso" doblegar la curva" y ha advertido de que se pueden producir rebrotes durante la desescalada, lo que requerirá actuar "de inmediato y de manera concertada".

Aunque confía en una buena evolución, Ribera afirmó que hay que estar preparados para el supuesto de un rebrote de la epidemia, lo que podría suponer dar marcha atrás en la desescalada. En ese difícil equilibrio entre luchar contra el virus y recuperar la economía, es imprescindible "que no se produzcan rebrotes no gestionables de un territorio a otro".

En cuanto a la recuperación de la movilidad y la apertura de fronteras, aseveró que hay que mantener las limitaciones e indicó que la realización de test serológicos no es la respuesta para una detección temprana en viajeros porque no detectan a quienes están incubando la enfermedad. "Hay que ir buscando cómo se puede detectar tempranamente, pero mantener las cautelas con las personas que proceden de otros territorios", puntualizó.

Ribera incidió en que la autoprotección y las medidas de higiene siguen siendo esenciales para impedir que los ciudadanos se conviertan sin quererlo en vectores de transmisión.

Ante las afirmaciones de PP y Vox relativas a su supuesta destitución como responsable del plan de desescalada, la vicepresidenta negó tal extremo y criticó que los populares se queden en "chascarrillos" sin aportar soluciones en un momento en que la sociedad atraviesa tales dificultades.