Se llama Spot, tiene cuatro patas articuladas y es de color amarillo y negro. Es el robot perruno de Boston Dynamics, una constante en las ferias tecnológicas de los últimos años que parece que ha encontrado su sitio. En Singapur prueban estos androides para vigilar que se respete la distancia de seguridad en los espacios públicos. "Mantengamos Singapur a salvo. Por su propia seguridad y la de quienes le rodean, por favor guarden al menos un metro de distancia de seguridad. Gracias", indica amablemente a los viandantes la voz femenina que emana del robot. Pasean a sus anchas por el parque Bishan-Ang Mo Kio de la isla desde el pasado viernes. Lo harán durante dos semanas como parte de un proyecto piloto. Estos robots pueden correr a 1,6 kilómetros por hora. Aunque no tiene ojos, está equipado con sensores y cámaras 360 grados que todo lo ven. A partir de ahí, puede calcular el número de visitantes del parque, pero no puede identificarles. "Las cámaras no podrán reconocer a los individuos ni registrarán información personal", asegura el gobierno isleño. Su objetivo es ser centinelas de los parques y aliviar de trabajo a las patrullas de la policía. Otra de sus tareas: distribuir medicinas a pacientes con síntomas leves de coronavirus.