El ministro de Salud de Brasil, Nelson Teich, con poco menos de un mes en el cargo, renunció ayer después de mantener serias fricciones con el presidente Jair Bolsonaro en torno al combate contra el coronavirus. Teich, oncólogo sin experiencia en la administración pública, fue designado ministro de Salud por Bolsonaro después de la destitución de Luiz Henrique Mandetta, un firme defensor de las cuarentenas, que el gobernante censura, para impedir la expansión de la pandemia, que hasta ayer dejaba en Brasil cerca de 14.000 muertos.

El ahora exministro asumió el cargo el pasado 16 de abril, una vez que las tensiones entre Bolsonaro y Mandetta se hicieron más que patentes, sobre todo por las duras críticas del gobernante a las medidas de reclusión recomendadas por éste para contener el contagio del Covid-19.

En ese momento, Brasil tenía cerca de 2.000 muertos y en torno a 30.000 casos de coronavirus, unas cifras que se han disparado y que se teme que seguirán creciendo, pues el pico de la pandemia se espera para el mes próximo.

Según fuentes políticas, las mayores diferencias entre Teich y Bolsonaro fueron en relación a las cuarentenas, pero también por el uso de la cloroquina para tratar a los pacientes de coronavirus. También discreparon en la decisión del presidente de permitir la apertura de establecimientos con afluencia de gente como las peluquerías y gimnasios.

En declaraciones a la prensa, Bolsonaro rechazó la comparación realizada con Argentina por la gestión de la crisis del coronavirus y respondió que el país vecino "va camino al socialismo".

Argentina registra hasta el momento 353 muertes por Covid-19, mientras que el número de fallecidos en Brasil alcanzó ayer 13.993. Así, la tasa de mortalidad en Argentina es de 8 personas por cada millón de habitantes, mientras que la de Brasil llega a 66 por cada millón.

Pese al creciente número de muertes en Brasil por la pandemia, Bolsonaro insistió en la necesidad de reabrir la economía del país para evitar que la población "muera de hambre". "¿Está muriendo gente? Está. ¿Lamento? Lamento. Pero van a morir muchos, muchos más si la economía continúa siendo destrozada por esas medidas", dijo.