Para muchas empresas el 15 de marzo de 2020 quedará señalado en el calendario como el día en que la pandemia del coronavirus infectó a la economía e hirió de gravedad a tantos sectores de negocio. Al igual que ocurre con la población, algunas firmas se han mantenido asintomáticas e incluso inmunes ante el Covid-19. Hay a quienes la denegación de un ERTE para su plantilla les ha servido de revulsivo para iniciar nuevas líneas de negocio o ampliar los servicios que hasta el estado de alarma venían prestando de un modo diferente. Otras simplemente han adaptado sus procesos, han explorado nuevas formas de trabajo o han ampliado plantilla para atender el incremento de demanda de sus servicios. Hablamos de empresas del sector de la alimentación, salud animal, formación, manufacturación o especializadas en desinfección. Son ejemplo de que con tesón se pueden generar anticuerpos frente a la crisis.

Kibus. Compra de productos frescos para el cliente y entrega a domicilio. Kibus es una empresa joven en plena efervescencia. Hace un año llegó a A Coruña, "con el objetivo de facilitar el acceso a productos frescos y de calidad a aquellas personas que, por diversos motivos, no tienen el tiempo o la posibilidad de desplazarse al mercado para poder adquirirlos". Ya tienen filiales en Ferrol y desde hace una semana en el mercado del Calvario de Vigo. Sí, en plena crisis Covid-19, Kibus crece y confía en seguir haciéndolo próximamente en Oviedo, Santander y otras ciudades. Eduardo Sanjurjo, el fundador de la empresa, explica algunas de las claves de su éxito en estos tiempos. "Cuando se decretó el estado de alarma entendimos que debíamos dar la cara y poner todo lo que estuviese en nuestra mano para poder dar servicio a todos los clientes que quisiesen contar con nosotros, muchos de ellos personas mayores y familias con niños y aumentamos plantilla y adquirimos recursos para que la paralización del país no afectase a nuestro trabajo". "Los primeros días nos vimos desbordados y se nos hizo difícil", lamenta convencido de que "cuando das un servicio a personas que están encerradas en casa y depositan su confianza en ti para que te encargues de algo tan primordial como lo es la alimentación, te sientes directamente responsable, sobretodo si algo sale mal".

Sanjurjo asegura que Kibus bebe del "repunte en la preocupación por una alimentación más saludable" que ha experimentado la sociedad, al introducir en la dieta "alimentos que no formaban parte de nuestra gastronomía". "Hemos vuelto también a nuestras raíces y a comer productos de la tierra, aquellos que nuestras abuelas y bisabuelas cogían directamente de la tierra para cocinarlos con todo el mimo del mundo para toda la familia", indica el fundador de la firma. Eduardo Sanjurjo confiesa una curiosidad: "Al principio de la cuarentena los pedidos eran pedidos de supervivencia y poco a poco, cuando la gente empezó a acostumbrarse a la situación, empezaron a pedir marisco, lubinas, rodaballos, vinos...". Además, apunta, "mucha gente optó por regalar pedidos de Kibus a familiares y amigos, ¡incluso como agradecimiento entre vecinos!".

El proceso de entrega en las actuales circunstancias se adaptó para priorizar a las personas más vulnerables. "Comenzamos a hacer procedimientos de entrega basados en la edad y situación de nuestros clientes para tratar de dar prioridad a aquellos más vulnerables", relatan desde Kibus.

La empresa coruñesa constituye un ejemplo de que se puede crecer ante las adversidades. En estos dos meses han incorporado a la empresa a 13 personas y la idea es seguir creciendo. "Todos los que trabajamos en Kibus tuvimos la fuerza para seguir adelante y mejorar. Si una empresa es lo que son sus clientes, nosotros somos tremendamente afortunados". aduce Sanjurjo.

Galacteum. Fabricación y transformación de lácteos, derivados e ingredientes lácteos. Situada en el parque empresarial A Madanela de Melide, Galacteum opera desde 2016 en el sector de la alimentación, de carácter funcional e infantil, impulsada por su principal accionista, la cooperativa Aira y la Xunta. Tal y como comenta Juan Cordonié, su director general, han conseguido continuar con su trabajo, a pesar del coronavirus, con medidas de "mínimo contacto y con máxima protección con respecto a personal externo, eliminación de reuniones presenciales, aislamiento entre turnos, maximizando protección física en el personal productivo, reduciendo al mínimo, prácticamente cero, el personal simultáneo por zonas". "Ya partíamos de unas instalaciones con alto grado de protección microbiológica para personas y para productos", especifica Cordonié. Galacteum opera en diferentes canales y mercados. "En el ámbito nacional, el canal de hostelería se ha visto gravemente afectado, por el contrario en el retail se ha producido un incremento durante las primeras semanas del confinamiento y ahora se ha estabilizado", cuenta el director general, quien asegura que a nivel internacional, "la demanda y trafico marítimo con Asia ya se ha recuperado, después del inicio de la crisis". Para el directivo de Galacteum el aprendizaje de esta situación se resume en una frase con pocas palabras: "La globalización es una realidad y la salud es un prioridad".

Método Suzuki A Coruña. Centro educativo musical. Un equipo de seis personas conforma la plantilla de este centro de formación musical, en funcionamiento durante los últimos cinco cursos. Beatriz Junco y Olalla González, directoras de la escuela coruñesa, tenían claro desde el primer momento que querían seguir con la actividad, adaptadas a la nueva situación. "Todo ello ha implicado buscar nuevos recursos, investigar, reinventarse, informarse sobre todo en nuevas tecnologías", indican. "Las clases ahora se imparten de manera online y todos nuestros alumnos y alumnos reciben cada semana sus clases correspondientes". La escuela ofrece formación en violín, violonchelo, flauta, lenguaje musical y Mago Diapasón (para los más pequeños) y no descartan ampliar el catálogo de instrumentos. "El hecho de que el contexto de la clase sea totalmente diferente ha supuesto que tengamos que buscar nuevos recursos educativos, pensar nuevas formas de que los niños se motiven", explican desde Método Suzuki. "La creatividad, en nuestro caso, tiene que estar presente cada día y más en esta nueva situación", tienen claro.

A pesar de su resiliencia, estas dos profesoras de violín y violonchelo, creen que "las clases presenciales resultan mucho más cercanas, más naturales para los niños". En este sentido, "el sonido del instrumento, por ejemplo, no es igual escucharlo a través de un ordenador que en directo, y también se hace complicado trabajar la postura y la afinación", afirman, a pesar de consideran que el resultado "está siendo muy positivo" y que los niños demuestran sus avances. "Están en sus casa, se sienten cómodos y seguros (algunos hasta dan clase en pijama), y en este aspecto las clases fluyen muy bien", añaden.

Galimascota. Crematorio y tanatorio de mascotas. El primer crematorio-tanatorio de mascotas de Galicia lleva trabajando desde julio de 2015. Funciona mediante la recogida de los animales en clínicas veterinarias y domicilios particulares. Se encarga del proceso de incineración de los animales, bien de forma colectiva o individual. En este último caso, puede organizarse un ritual de despedida. Tal y como comenta Rosa Guerra, gerente de la firma, "desde que comenzó el estado de alarma este servicio de despedida se tuvo que paralizar", aunque se reanudó la semana pasada en coincidencia con la apertura del pequeño comercio. Ahora, se ponen las citas para las cremaciones con despedida con bastante tiempo entre cada familia y con el material de protección necesario. "La primera quincena notamos una disminución de servicios, no sé si por la incerteza del estado de alarma o por el desconcierto ya que muchas clínicas veterinarias cerraron", explica Guerra. Ya se ha vuelto casi a la normalidad, "incluso el mes de abril te diría que ha sido mejor que el año pasado", intuye. Los veterinarios que "hacen domicilios", especifica Rosa Guerra, no han parado de trabajar, "nos han comentado que ha sido una locura".

Hace unos días Galimascota recogió un animal cerca de Santiago. El propietario quería despedirse de su mascota y pidió a la empresa un documento con la cita. De camino lo paró la guardia civil de tráfico y el agente le dejó continuar. "Esto nos enseña que la sociedad cada vez está más concienciada con el mundo de los animales y su bienestar", indica Guerra.

En cuanto a los protocolos de higiene especifica que "en cualquier empresa de este sector ya estamos acostumbrados a usar guantes, lavado constante de manos y la desinfección de los útiles de trabajo". "Ahora somos más exigentes con la distancia con los clientes o compañeros de trabajo y seguimos con las pautas de limpieza personal y de las instalaciones".

Cristalería El Reflejo. Manufacturación y colocación de vidrios. Tras cuatro generaciones, esta cristalería fundada en 1935, dedicada a la manufacturación y colocación de vidrios industriales, artísticos, decorativos y de seguridad es un ejemplo de adaptación a las circunstancias. El Covid-19 ha variado la línea de negocio, y ha especializado a esta cristalería de toda la vida en la fabricación de mamparas protectoras antivirus. Lo explica Queca Ares, propietaria de la empresa junto a sus hermanos Julia, Fernando y Belén. En su caso, la denegación de un ERTE -"para nuestra sorpresa"- sirvió de revulsivo. "En ese mismo momento empezamos a diseñar y elaborar las mamparas, y también se reinició la colocación de vidrios pero con muchas restricciones", apunta.

La principal actividad en este momento guarda relación con la elevada demanda de estas estructuras, así como la reposición de vidrios por rotura. Julia Ares está convencida de que han ayudado a sus clientes "ofreciéndoles un producto completamente personalizado y con el que sentirse más protegido, por su estabilidad e higienización, adaptándonos siempre a las necesidades de cada uno". "Con el coronavirus la empresa ha cambiado, y lo seguirá haciendo, sobre todo en cuestiones económicas, pero esperamos poder salir de todo esto de la mejor manera posible", especifica esta propietaria de cristalería. Para esta empresaria, la crisis actual ha venido a confirmar que los pequeños empresarios son "de otra pasta" y que "sí o sí" son " los motores de una gran parte de la economía".

Serbigal. Empresa de control de plagas, tratamiento de aguas y desinfección. A pesar de la reducción de faena en locales de hostelería, en especial albergues y restaurantes, esta firma radicada en A Laracha, que colabora con concellos de toda Galicia, no ha dejado de trabajar durante los sesenta días largos de confinamiento. Y no precisamente por el auge de los encargos que ha recibido en materia de desinfección de calles y estancias por el coronavirus -que han sido "puntuales"- en los que están especializados, tal y como explica Pablo Blanco - responsable técnico y gerente de la empresa- sino más por sus servicios en el tratamiento de aguas. "En los trabajos de desinfección hay mucho intrusismo" relata Blanco, que cuestiona algunos de los tratamientos que se han popularizado en las últimas semanas, muchos de ellos con base en lejías, "hipocloritos" y en sistemas de ozono.

En los interiores, este experto recomienda a sus clientes la nebulización de productos profesionales -como el peróxido-, que pasa de su estado líquido a vapor para limpiar todas las superficies con las que los usuarios puedan entrar en contacto. En los exteriores, apunta Pablo Blanco, en su opinión funcionan bien las "alfombras desinfectantes", para higienizar los accesos a cualquier establecimiento.

El coronavirus ha permitido ampliar la cartera de servicios de Serbigal, una empresa ya dedicada tradicionalmente a las desinfecciones, desinfestaciones y tratamiento de las aguas. Desde la aparición del Covid ofrece análisis de aguas para detectar la presencia del virus y ha desinfectado instalaciones en municipios.