No hubo "simulacros previos" para el escenario que se presentó en la enseñanza a mediados de marzo cuando se decretó el estado de alarma y se clausuraron las aulas presencial. No lo hubo, insiste Ángel Rodríguez, director del Centro Autonómico de Formación e Innovación del profesorado (CAFI) y, aun así, los directivos de los centros y los profesores, que "afrontan de la mejor manera la carga emocional y estrés y trabajo para conseguir que los alumnos no pierdan el hilo del curso", realizaron un "inmenso trabajo", señala. No obstante, en algún caso no manejaban las herramientas que les habrían facilitado la labor. Por ejemplo, cuenta como algún profesor al principio se grabó con el móvil y una pizarra blanca que se llevó a casa y no hacía falta: una aplicación permite compartir pizarras...

Aunque desde 2010 Galicia se ha embarcado en un proceso de digitalización de las aulas que ha discurrido paralelo a la formación del profesorado -pese a ser voluntaria, el CAFI emite unos 20.000 certificados al año de docentes preocupados por "reciclarse" en esta y otras materias, explica- y la digitalización es una de las competencias en las que están más interesados, aún se puede mejorar más. O llegar a quienes no disponían de ella, apostilla Rodríguez.

La prueba es que unos siete mil profesores están participando ahora mismo en lo que Rodríguez define como un "plan de choque" para ponerlos al día de lo "básico" del funcionamiento de un aula virtual, desde cómo funciona hasta cómo interactuar con el alumnado o subir tareas. Montaron el curso, con más de 500 actividades simultáneas, en tiempo récord para que el docente aprenda "desde la práctica real usando las aulas virtuales de cada centro".

Esta formación "exprés", explica, se realiza una vez pasado el estadio inicial de más premura, en un ambiente "más sosegado" en el que, cuenta Rodríguez, el profesorado "sabe y es consciente de las necesidades y las carencias que puede tener a nivel formativo" con las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Pero este "plan de choque" específico de actualización de herramientas TIC, que se complementa con un trabajo de integración didáctica de estas tecnologías desarrollado en 335 centros de la comunidad y que no es una iniciativa de ahora, es solo el principio. Desde el colectivo piden "continuidad" de esta formación y Ángel Rodríguez ya avanza que la habrá el próximo curso y que será para profundizar porque el año que viene un posible escenario que barajan las autoridades es que la enseñanza a distancia conviva con la presencial por la Covid-19.

Ello exigirá no solo conocer las herramientas, que es lo que se está enseñando ahora, sino cómo aprovecharlas para nuevos enfoques metodológicos, elaborar tareas, modificar la programación o aportar, señala, "pautas" de evaluación para esa modalidad. Ahora se está diseñando el curso y se busca formar a formadores para llegar a más docentes si lo demandan.

Al margen de estas nuevas aportaciones, los docentes recibieron herramientas para afrontar un escenario que "no se planteó nunca". Entre ellas, comenta, está la guía de buenas prácticas, con indicación de recursos, videotutoriales que guiaban paso por paso para utilizarlos, el repositorio de Abalar o la liberación de recursos de E-Dixgal o de Platega, la plataforma virtual de formación.