Ya se puede probar suerte con la Lotería o leer un libro de la biblioteca. Pequeños pasos hacia la normalidad que empezaron a darse ayer, al comenzar la segunda semana de la fase 1 en la que se encuentra A Coruña. "La gente se acerca a preguntar qué sorteos hay y ya se anima a comprar lotería", cuenta Mari García, desde La Favorita.

Con mamparas nuevas para separar a los trabajadores y gel hidroalcóholico por todas partes, esta administración situada en Cuatro Caminos trata de coger el ritmo tras un parón de dos meses. "Todos los sorteos que se dejaron de celebrar, se irán sorteando estos días. Tenemos que explicar a los clientes que no vendemos cupones caducados, que aunque la fecha ha pasado, va a haber el sorteo igual", explica, a la vez que avisa a los más rezagados que "todavía se puede cobrar la Lotería de Navidad".

Más de uno trata de probar suerte después de unos meses difíciles. "En nuestro primer día ha venido bastante gente, aunque no fue muy atareado. Todavía tenemos todo un poco revuelto", reconoce García.

Más allá del juego, hay quien prefiere leer. El confinamiento dejó a más de uno sin libros nuevos en las estanterías. ¿La solución? La biblioteca. La González Garcés, dependiente de la Xunta, abrió ayer sus puertas, aunque lo hizo con cita previa y distanciamiento social. Los usuarios ya pueden pedir los libros que quieran llevarse de préstamo. El intercambio se hace en una mesa a las puertas de la biblioteca, y para la devolución se ha colocado un buzón. Así, apenas hay contacto entre el trabajador y el lector. Además, en su regreso a la biblioteca, los libros deberán hacer cuarentena: estarán 14 días guardados antes de volver a manos del público. "A las salas de estudio, de momento, no se puede acceder", señalan.

La Xunta también dio el visto bueno a la apertura de museos de gestión autonómica, pero el de Belas Artes, en Zalaeta, todavía no acepta visitas. Sus trabajadores, no obstante, ya estudian las medidas de protección necesarias para reabrir las instalaciones en un futuro próximo, aunque todavía no han desvelado cuándo será.

Los que también tenían ganas de salir a la calle son los aficionados a la pesca deportiva. Hace unos días se les vio por O Parrote, donde suelen juntarse cuando atardece, pero fue un regreso anecdótico ya que el Gobierno prohibió esta práctica y tuvieron que guardar sus bártulos. Una semana después, el Ministerio de Sanidad rectificó y los pescadores pudieron volver a coger su caña.

El de ayer también fue día de reencuentros para los empleados municipales, ya que las oficinas empezaron a trabajar bajo cita previa. No se incorporaron los colectivos vulnerables, que seguirán teletrabajando, ni se han cubierto todavía todos los puestos de atención al público. Reabrió también la estación de autobuses, donde ya se vio merodear a más de un viajero y algunos usuarios accedieron a su interior, con cita previa, para hacer gestiones de la Tarjeta Millennium.