Seis de cada diez autónomos españoles (59,9%) ya han vuelto a la actividad tras el parón obligado por la pandemia. Este porcentaje es tres puntos superior en la comunidad gallega, donde la apertura de negocios llega al 63,1%, según el barómetro de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Galicia, por tanto, es la tercera comunidad con mayor índice de apertura de negocios durante la desescalada, solo superada por Murcia (68,9%) y Navarra (66,9%). En los últimos puestos figuran Madrid (51,8%), Baleares (53,5%), Cataluña (54,3%) y Castilla y León (55,9%). "Los sectores tradicionales, salvo la hostelería, son los que se han puesto en marcha mayor medida", subraya esta asociación.

El dato gallego es superior a la media española "por tres razones principales", asegura el presidente de ATA Galicia, Rafael Granados. La primera es que la comunidad gallega "cuenta con muchos autónomos pequeños en los cuales la totalidad de sus ingresos provienen de su actividad", sostiene. "Tras dos meses sin ingresos pero con gastos fijos, los autónomos han tenido que abrir sus puertas para obtener algún beneficio y afrontar los gastos derivados no solo del desarrollo de la actividad, sino también los familiares, ya que todos los ingresos dependen en muchas ocasiones únicamente de su negocio", explica Granados.

La segunda razón radica en que "cerca del 75% de los autónomos gallegos se encuentra en el sector de servicios, y en gran medida el comercio". "Por último, la agricultura siempre ha tenido mucho peso en nuestra comunidad, y es un sector que no ha parado durante el estado de alarma", argumenta el presidente de ATA Galicia. La agricultura es el sector con mayor porcentaje de actividad, por delante de las actividades administrativas y de la industria. La educación y la hostelería figuran en la cola.

En el caso de la hostelería, subraya Granados, las medidas aprobadas por Gobierno para su apertura "han dejado a un gran número de autónomos gallegos en una situación muy delicada". "La mayor parte de la facturación se realiza dentro de los locales y no en las terrazas, por lo tanto, para muchos hosteleros gallegos no es viable la apertura solo con el negocio generado en el exterior", explica.

ATA cuenta con más de 12.000 asociados en Galicia, por lo que recibe consultas a diario de trabajadores por cuenta propia. "La situación general es de incertidumbre, desconocemos cómo evolucionará el consumo y el Banco de España sostiene que la caída del PIB podría alcanzar el 12,4%", comenta Granados. A esto "hay que sumarle el crecimiento del paro en los próximos meses" y "los cambios en las medidas que se producen cada semana". Según el presidente gallego de ATA, este escenario "ha generado que en Galicia se produjeran 2.200 bajas de autónomos entre los meses de marzo y abril", la mayoría en el sector servicios (-1.702), hasta caer hasta los 206.098 actuales. Otra consecuencia es que el número de autónomos que se dieron de alta en abril descendió un 70% respecto al mismo mes del año pasado. "Es previsible que esta caída continúe en los próximos meses, hasta final de año, lo que nos deja un escenario pésimo. Tanto es así, que si no cambia mucho el panorama, hablaremos de una pérdida de un 20% de nuestro tejido empresarial cuando remate 2020", apunta.

Otro dato, señala, es "cómo se va a desenvolver el sector del turismo en los próximos meses, dado que por clima y cultura, nuestros negocios se basan en las relaciones sociales y es ahí precisamente donde el Covid-19 hace más daño".

El informe también hace referencia a los autónomos que han solicitado o solicitarán la prestación por cese de actividad a raíz del Covid-19. A finales de abril más de 71.684 autónomos gallegos habían solicitado la prestación extraordinaria por cese de actividad (con 68.576 solicitudes resueltas favorablemente). De estos, 30.353 están radicados en la provincia de A Coruña (con 29.027 solicitudes favorables); 24.165 en la de Pontevedra (23.137 peticiones favorables); 8.713 en la de Lugo (8.305) y 8.453 en la de Ourense (8.107). A ellos se sumarán los que no pudieron demostrar las pérdidas del 75% de facturación en marzo (el estado de alarma arrancó el 14 de ese mes) y tuvieron que esperar a mayo para solicitar la prestación por causas económicas con la pérdida de facturación en el mes de abril.

El estudio calcula que, al finalizar mayo, casi la mitad de los autónomos gallegos habrán solicitado dicha prestación "y muchos de ellos se estarán preguntando qué harán cuando dicha prestación finalice o cuando reincorporen a la actividad los trabajadores que actualmente están en un ERTE si el consumo no se reactiva".

Cierres en España

En el conjunto de España, según la encuesta divulgada ayer por ATA, cerca de 300.000 autónomos (el 10,3% del total) prevén cerrar su negocio este año, aunque un 47,1% de los trabajadores por cuenta propia afirma que seguirá con su actividad y que no tiene pensado cerrar.

El 40,5% de los encuestados dice que en principio seguirá con su actividad, pero que "no tiene claro si podrá continuar o tendrá que cerrar". Respecto al empleo, uno de cada tres autónomos tiene previsto disminuir su plantilla en los próximos meses, frente a un 45,2% que sí tiene pensado mantener a sus trabajadores.

Los autoempleados esperan que su facturación disminuya a lo largo de este año y hasta un 72,5% prevé que esta caída sea de más de un 40%. Tan solo un 1% de los autónomos espera cerrar este año con unos ingresos superiores a los registrados en 2019.

Preguntados por la vuelta a la actividad, un 39,7% de los encuestados dice que aún no han podido iniciar su actividad durante la desescalada. Sobre por qué no han vuelto a retomar su trabajo, casi el 46% afirma su actividad no está permitida, pero un 29,3% explica que no le compensa abrir con las condiciones actuales. No obstante, un 19,4% señala que retomará su actividad en las próximas semanas.

De los autónomos que ya tienen su actividad en activo, un 59,1% destaca que su negocio está funcionando al 30%, mientras que solo un 5,8% dice que trabaja al 100%. En lo que va de año, aunque solo un 3,8% de los trabajadores por cuenta propia se han dado de baja del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), un 90,6% apunta que su facturación ha disminuido. Por el contrario, se encuentran el 1,8% de los autónomos que dicen que su facturación ha aumentado, aunque aseguran que la subida ha sido del 20% "como mucho".

Además, casi un 70% de los encuestados señala que ha registrado descensos de la facturación superiores al 60%, mientras que un 37,1% afirma que el descenso de sus ingresos ha sido del 100%.

Casi un 60% señala que ha tenido que realizar una inversión de menos de 500 euros para adaptar el negocio a los requisitos sanitarios.

Un 45,6% de los autónomos han accedido a la prestación extraordinaria de cese de actividad, pero un 53,3% no se ha podido beneficiar de la misma, bien porque no han cerrado completamente su negocio (43,1%) o porque no cumplían con los requisitos (21,2%).

Respecto a las líneas ICO, un 35% afirma que ha pedido financiación, frente a un 65% que dice que no. Dentro de este 35%, solo se la han concedido ya a uno de cada dos (51%). De estos, el 23,4% afirma que le han dado el préstamo sin problemas y con condiciones ventajosas, un 20,4% dice que, aunque se lo han concedido sin problemas, las condiciones no son ventajosas, y a un 7,2% le han concedido un importe menor al solicitado.

El 52% de los autónomos ha realizado un ERTE. Un 16,6% de los autónomos afirman que se han visto obligados a despedir y a reducir su plantilla.