El Gobierno del Reino Unido trabaja contra reloj para tener a punto su sistema de detección y trazabilidad de contagios de Covid-19 antes del 1 de junio, cuando Inglaterra prevé pasar a la siguiente fase de la desescalada y comenzar a reabrir algunas escuelas.

El Ejecutivo del conservador Boris Johnson ha comenzado a formar a algunas de las 24.000 personas que ha contratado para que entrevisten por teléfono a partir de junio a posibles contagiados y detectar a individuos que hayan podido estar en contacto con ellos.

La aplicación para móviles en la que se debía respaldar ese sistema, sin embargo, no va a estar lista hasta dentro de varias semanas, aunque se preveía que estuviera operativa a mediados de este mes.

Además, partir del 1 de junio, el Gobierno recomendará que se retomen las clases en tres cursos de Primaria en Inglaterra. Cerca de 2.000 colegios de Inglaterra han advertido sin embargo de que no prevén seguir la recomendación de abrir sus puertas y ven prematura la desescalada, y el Gobierno mantiene las conversaciones con sindicatos de profesores y directores de escuelas para pactar mayores medidas de seguridad. Escocia, Gales e Irlanda del Norte también se han desmarcado de la hoja de ruta del Gobierno central, si bien esas regiones diseñan ya su estrategia para relajar las medidas de confinamiento.

Diversos responsables sanitarios criticaron una falta de coordinación para diseñar e implantar el sistema, en una jornada en la que el país alcanzó 36.042 muertos por el coronavirus, tras sumar 338 decesos más, y detectó 2.615 nuevos casos. Hasta ahora en torno al 17% de los londinenses y el 5% del conjunto de los británicos ha pasado la enfermedad.