El confinamiento ha provocado un cambio radical en los hábitos de vida. Uno de ellos ha sido el traslado del puesto de trabajo de la oficina a casa: el teletrabajo. Se calcula que durante la pandemia un tercio de los españoles ha teletrabajado o sigue teletrabajando. Para algunos, un gran avance, pero también un problema para todos aquellos que han tenido que adaptarse de forma atropellada en sus casas sin contar con las herramientas ergonómicas adecuadas y que sufren largas jornadas diarias delante del ordenador. El cuerpo humano no está diseñado para estar en posición estática, está hecho para moverse, por lo que sufre si permanece quieto y cuanto más tiempo parado, peor.

Fisioterapeutas y podólogos alertan de la aparición de las primeras dolencias por estar más de ocho horas teletrabajando a las que se suma el tiempo con el teléfono móvil y la reducción de la actividad física. Dolores en la columna cervical y brazos, así como en la zona lumbar y en las piernas, como rigidez articular, alteración del equilibrio muscular (las clásicas contracturas), neuropatías, cefaleas? empiezan a ser compañeros de viaje de los teletrabajadores.

"El nuevo puesto de trabajo en casa generado por el teletrabajo, como normal general, no cumple con los requerimientos ergonómicos que tienen las sillas de nuestras oficinas, la altura de la pantalla de los ordenadores de nuestras oficinas? El coctel para la aparición de dolencias se forma, además, con el incumplimiento de las condiciones ergonómicas de ese nuevo puesto de trabajo y la disminución drástica de los niveles de actividad física", explica el gallego Fernando Ramos, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas.

Consejos

Entre los consejos que apunta Ramos para llevar mejor el teletrabajo están cambiar de postura cada poco tiempo; aprovechar para dar paseos frecuentes o realizar algún ejercicio de movilidad en el cuello y en los hombros. "Otra cuestión derivada del teletrabajo es que las condiciones en las que trabajamos no garantizan las condiciones ergonómicas óptimas. Es importante adaptar el puesto de trabajo que tenemos en nuestro domicilio a nuestras necesidades", afirma.

La dolencia más común con la que se están encontrando los fisioterapeutas es el dolor de espalda "en la región baja de la espalda, lo que llamamos dolor lumbar", y ahora, "derivado del empleo de dispositivos móviles, encontramos dolores en la zona cervical y en los pulgares".

Una de las consecuencias del teletrabajo es que se está (casi) todo el día con las zapatillas de casa. Y es un problema cuando ahora se empieza a salir a la calle. "Lo que estamos viendo, después de estos dos meses de confinamiento en los domicilios, es el sufrimiento por el cambio del calzado de estar con zapatillas de casa a encerrar otra vez el pie para salir a la calle, sobre todo en gente que empieza a hacer deporte", asegura Juan Dios, presidente del Colegio de Podólogos de Galicia.

En estos momentos, los pies están muy acostumbrado a estar en zapatillas de casa que están hechas con materiales muy blandos y al empezar a correr no solo aparecen, según Ramos, hematomas, sangrados en las uñas, rozaduras o ampollas, sino también lesiones como fascitis plantares y dolores en el talón de Aquiles debido a una vuelta brusca a la actividad deportiva. "No es bueno para los que siguen en casa con teletrabajo que estén todo el tiempo con zapatillas. Las zapatillas son para lo que son, para tenerlas durante un pequeño tiempo, pero no para estar siempre con ellas puestas. Es bueno que el pie se vaya acostumbrando a estar encerrado con otro tipo de calzado", explica Dios.

Y para los que han empezado a trabajar y salir a la calle recomienda que hagan un cambio de calzado de forma gradual. No encerrar desde el principio el pie con un calzado muy duro. Y en las zonas en las que se sabe que suele rozar el calzado aplicar un poco de crema o poner un protector para evitar esa rozadura. Son otras de las consecuencias del coronavirus.