La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, afirmó ayer que el próximo curso comenzará con clases presenciales, siguiendo las recomendaciones sanitarias que se dicten, siempre que no haya "un paso atrás" en la situación de la pandemia.

Lo fijo en la rueda de prensa posterior a la reunión que mantuvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las comunidades autónomas, un día antes de la entrada de nuevos territorios en las fases 1 y 2 de la desescalada de las restricciones por el coronavirus.

El Ministerio de Educación y las comunidades se están reuniendo de "forma sistemática y continuada", aseguró Montero, quien recordó que las autonomías tienen la posibilidad, dentro de su marco competencial, de terminar el curso de "la forma más adecuada" y bajo reglas sanitarias.

Respecto al curso siguiente, la portavoz del Ejecutivo aseveró que se "están preparando" y que se entiende que "si todo va bien" se podrá iniciar.

Las clases serán presenciales "si no hay ningún paso atrás en el número de contagios" y de acuerdo a los indicadores epidemiológicos.

La ministra insistió en que el estado de alarma "no afecta" a las competencias en materia educativa y que durante estos meses se ha producido "una mayor coordinación" y un intercambio de buenas prácticas.

Brecha digital

Preguntada sobre la brecha digital que afecta a parte del alumnado, Montero aseguró que el Gobierno va a programar con las comunidades un monográfico sobre educación (también otro sobre turismo) ya que la intención de "hacer bien" el comienzo del curso escolar está "patente" en las intervenciones de los presidentes autonómicos y del propio Pedro Sánchez.

Según Montero, Educación está trabajando en reducir la brecha digital ya que alguna de las formas de trabajo utilizadas ahora seguirán en el futuro como pueden ser los seguimientos y tutorías.

La tecnología se ha descubierto como una aliada y se trabajará de forma expresa para combatir esa brecha digital, ha añadido.