El primer ministro británico, Boris Johnson, afirmó ayer que su principal asesor, Dominic Cummings, actuó "de manera responsable, dentro de la ley y con integridad" al viajar al norte de Inglaterra en marzo en pleno confinamiento en busca de ayuda familiar para cuidar de su hijo.

Defendió acaloradamente a su colaborador ante las presiones de la oposición y del propio entorno conservador para que lo destituya por haberse saltado las restricciones al conducir más de 400 kilómetros al domicilio de sus padres cuando su esposa presentaba síntomas de Covid-19 y ante el riesgo de contagiarse él mismo.