La consejera de Educación del Gobierno de Canarias, María José Guerra, dimitió ayer de su cargo tras unas circunstancias motivadas por desavenencias en el departamento ante los planteamientos para enfrentar la crisis sanitaria del coronavirus en el marco educativo.

Guerra optó por pedir su cese al presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, según fuentes del Gobierno regional que admitieron que la decisión está motivada por un cúmulo de circunstancias a las que se suma la dimisión del director de Ordenación, Gregorio Cabrera, así como el que algunos colectivos hayan pedido su dimisión.

Guerra entró en el Gobierno de Canarias como independiente, si bien fue elegida por el PSOE. La dimisión de Guerra es la segunda que se cobra el Gobierno de Canarias.