El pasado 10 de marzo, un primer enfermo con Covid-19 atravesó el umbral de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). A partir de ahí, el goteo de afectados por el SARS-CoV-2 fue incesante, y llegó a su punto álgido el 3 de abril, cuando las unidades de críticos -UCI y Reanimación (REA)- del centro de As Xubias alcanzaron su pico de ingresos de pacientes con coronavirus, un total de 53. Al mediodía de ayer, y por primera vez en dos meses y medio, la UCI del Chuac, la que más pacientes ha atendido en Galicia desde el inicio de la pandemia, no albergaba ningún caso positivo, informó la dirección médica. Hoy, continúa libre de Covid-19, según el último balance asistencial.

Una buena noticia que tanto los responsables de las unidades de críticos como la propia dirección médica del complejo hospitalario coruñés acogen con cautela. No están dispuestos a bajar la guardia, conscientes de que el virus puede resurgir en cualquier momento y volver a causar estragos. Por eso, prevén mantener los espacios habilitados a mayores de las unidades convencionales para los pacientes con Covid-19 cuyo estado es más graveCovid-19 , situados en los antiguos bloques quirúrgicos de la quinta y la sexta planta, tal y como avanzó hace unos días a este diario el jefe de la UCI, David Freire, y como confirmaron ayer fuentes hospitalarias: "De momento, todo sigue igual".

Cuando empezaron a llegar los primeros casos de enfermos con el coronavirus SARS-CoV-2 a la UCI del Chuac, y ante la incertidumbre de que las instalaciones se pudiesen colapsar, la dirección médica y el personal de mantenimiento del complejo hospitalario habilitaron, en tiempo récord, dos nuevas unidades de críticos, en los antiguos quirófanos de la quinta y la sexta planta. Este último espacio puede albergar hasta a treinta pacientes. "No lo hemos tenido que usar, pero se mantendrá así por si fuese necesario recurrir a esas camas", explicó el doctor Freire. Con esa treintena de plazas disponibles para posibles rebrotes, el centro de As Xubias cumpliría con la recomendación del Gobierno de duplicar la capacidad de las UCI.

Los antiguos quirófanos de la quinta planta del Chuac albergan, en la actualidad, una unidad preCovid, destinada al ingreso de los pacientes con sospecha de estar infectados por el coronavirus mientras están a la espera de que se le haga el test PCR. Si el resultado es positivo, esos enfermos pasan a la UCI de Covid-19, y si es negativo, a la unidad convencional. Por ahora, reiteran las fuentes hospitalarias, el circuito se mantendrá así.

Perfil de los ingresados

Según especificó el jefe de la UCI a este diario, los pacientes infectados con el SARS-CoV-2 que ingresaron hasta ahora en las unidades de críticos tenían "mucha insuficiencia respiratoria", porque la neumonía que sufrían era bilateral. Cuando llegan a la UCI o a REA, estos enfermos son conectados a una máquina de ventilación asistida y ahí empieza el proceso. Un proceso, en general, largo. De entre "30 y 40 días". "La estancia media de los pacientes en nuestra UCI se sitúa en torno a los seis o siete días. En el caso de los enfermos con Covid-19, la duración del ingreso se multiplica por cinco o por seis", subrayó el doctor Freire, quien detalló que la mayoría de los pacientes con coronavirus que pasaron hasta el momento por la UCI del Chuac superaban los 70 años, y tenían factores de riesgo, "sobre todo hipertensión arterial, diabetes o enfermedad cardiovascular o están inmunodeprimidos".

El responsable de la UCI del Chuac, con cuatro décadas de profesión a sus espaldas y que trabajaba como intensivista en el centro de As Xubias desde 1988, reconocía que las últimas semanas fueron las más "duras" de toda su trayectoria. La pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 deja grabadas imágenes "durísimas, imborrables", en la retina de este experimentado especialista. Una impresión que comparte el coordinador del Trasplantes del Chuac, Fernando Mosteiro, intensivista también en el complejo coruñés: "Nadie en su sano juicio hubiese podido imaginar que iba a suceder algo así. Ni lo pensábamos, ni estábamos preparados para afrontarlo. Pudimos hacerlo de una manera relativamente buena gracias a que el Sergas y la dirección médica del área sanitaria actuaron con anticipación, y a que la población, durante el confinamiento, tuvo un comportamiento ejemplar".

Ambos especialistas instan a no bajar la guardia a pesar de los la reducción de contagios y los mejores datos que marcan la evolución de la epidemia y hacen un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía: "¿Que me permiten tomarme algo en una terraza, salir a dar un paseo o a hacer deporte, o ir a ver mis familiares a sus domicilios? Sí, pero con toda la prudencia del mundo. No sea que querer recuperar ese tiempo que hemos perdido nos salga a todos muy caro".