El primer ministro francés, Édouard Philippe, dijo ayer que los resultados sanitarios en la lucha contra la pandemia son "mejores de los esperados" para este momento de la desescalada, por lo que prácticamente todo el país entra en la llamada "fase verde". Salvo la región de París y los territorios ultramarinos de Mayotte y Guyana, que se quedan en "naranja", todo Francia está ahora en "verde", lo que supone que "la libertad se convierte en la regla y las restricciones en la excepción", dijo Philippe en rueda de prensa.

"El virus sigue presente en todo el territorio, pero su velocidad de propagación está en este momento bajo control", destacó el jefe del Gobierno galo.

En Francia, desde que estalló la crisis sanitaria, se han registrado 28.596 víctimas mortales. La Asamblea Nacional aprobó el uso de una aplicación de telefonía móvil StopCovid, con la que el Gobierno espera rastrear los casos.