Investigadores de EE.UU. alertan de que es "difícil" mantener un distanciamiento seguro para evitar el contagio del coronavirus, por lo que destacan la importancia de que la población utilice las mascarillas, especialmente en centros sanitarios, aviones, restaurantes y espacios cerrados sin buena ventilación. La evidencia creciente sugiere que el nuevo coronavirus puede ser transmitido por personas asintomáticas a través de aerosoles, una realidad que subraya la importancia continua de la realización de test, el uso de mascarillas y el distanciamiento físico para reducir el propagación del virus.

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el distanciamiento social de dos metros y el lavado de manos para reducir la propagación del virus se basan en estudios de gotitas respiratorias realizadas en la década de los 30, si bien en ese momento no existía la tecnología suficiente para detectarlas.

Más recientemente, las mediciones muestran que la tos y los estornudos intensos pueden crear miles de aerosoles que pueden viajar "hasta más de seis metros", según apuntan. Asimismo, los expertos explican que investigaciones sobre el nuevo coronavirus han demostrado que se puede transmitir a través de las gotículas expulsadas por una persona infectada.

Aerosoles infecciosos

"Se ha estimado que hablar en voz alta durante un solo minuto puede generar entre 1.000 y 100.000 gotículas que contiene partículas del virus y se quedan suspendidas en el aire. Estos aerosoles infecciosos pueden acumularse en los lugares cerrados durante horas, donde pueden inhalarse más fácilmente en los pulmones.

Dado lo poco que se sabe sobre el comportamiento en el aire de los aerosoles infecciosos, es difícil definir una distancia segura para el distanciamiento físico", comentan los investigadores. Por ello, aconsejan el uso de las mascarillas, asegurando que los países que han sido más eficaces en frenar la propagación del coronavirus han establecido su uso.