Lo que depara el futuro a las bodas post-Covid está todavía sin diseñar a la espera de que la Administración fije las pautas de la denominada "nueva normalidad", una situación que mantiene en gran incertidumbre al sector. Están a la expectativa de si se van a suavizar las medidas fijadas para el centenar de invitados que pueden asistir a los eventos al aire libe, que se reducen a 50 en los locales cerrados.

¿Habrá barra libre? ¿Se podrán pasar bandejas? Otra de las incógnitas es la del baile. "Las mesas pueden arreglarse con diez personas de la misma familia si conviven, las distancias también, pero el problema es a la hora del baile. Si uno baila con su pareja, no habrá problema, pero para bailar con los novios igual hay que ponerse la mascarilla", explica la fotógrafa Ana Santervás. En su opinión el uso de las mascarillas puede prolongares y posiblemente las incorporemos a nuestro vestuario una vez asumidas en la vida diaria.

Lo que sí ha llegado para quedarse es el trabajo telemático, asegura la wedding planner Alba Cagiao: "Los proveedores han visto los beneficios de las nuevas tecnologías, te permiten trabajar desde cualquier sitio y adaptar horarios. El Zoom y videoconferencias con los novios son importantes, pero no eliminarán en ningún caso que la prueba del vestido o la visita técnica al lugar del convite sean personales". Los cambios, en su opinión profesional, pasan por bodas con un número de invitados más reducidos, al aire libre y con una fiesta algo informal.

Fátima González, del Invernadero del Pazo, apunta que es pronto para avanzar cómo serán las bodas post-Covid y habrá que esperar hasta que se conozca la nueva legislación.