Los virus del resfriado común pertenecen a la familia de los coronavirus y, por tanto, son primos del Covid-19. Estos lazos familiares podrían haber generado "inmunidad cruzada" en parte de la población que lo haya padecido de forma leve o asintomática, explica el microbiólogo Julio García. Es una de las hipótesis que se plantea la ciencia sobre una pandemia originada por este virus "desconcertante", como lo define el jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

"Todavía desconocemos más de lo que conocemos sobre el SARS-COV-2 que brotó en China hace meses y que ya se ha expandido por todo el mundo, aunque en un tiempo récord se ha avanzado en saber cómo actúa", indica este experto, quien advierte ante un posible rebrote fruto de la desescalada que, en su opinión, va a ser un proceso de "prueba-error". "Los microbiólogos nos percataremos, daremos la alerta y las autoridades tendrán que tomar medidas", recalca, a la vez que indica que no está claro que el virus desaparezca con el calor ya que "está activo en países cálidos como Brasil o Arabia Saudí". Es un patógeno, dice, "que nos sorprende día a día".

"Nos desconcierta su capacidad de resistencia y de transmisión, que haya personas infectadas que están asintomáticas y que pueden transmitirlo ha sido una de las razones que lo hacen tan peligroso", afirma. "También nos despista la prácticamente ausencia de patología en niños, muy minoritaria y el hecho de que siendo un virus respiratorio afecte, en los casos graves, a nivel circulatorio o al sistema nervioso central", subraya el también portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

Interrogantes que los microbiólogos se encuentran en su trabajo diario con el coronavirus al que diseccionan con la secuenciación de su genoma para estudiar sus mutaciones y vigilar que aparezcan cepas especialmente agresivas. "La mayoría de las mutaciones ya registradas no tienen transcendencia pero alguna nueva podría tener repercusión en cuanto a su virulencia o sobre el diagnóstico", dice. "Si el virus modifica algo su código genético, podría darse la circunstancia de que los actuales test diagnósticos PCR no fueran lo suficientemente eficaces. Es un asunto que tenemos que vigilar", señala el especialista.

El Servicio de Microbiología que dirige en el Hospital de La Paz, además de pruebas PCR a pacientes y colectivos expuestos, como los sanitarios, también realiza test de seroprevalencia para ver la presencia del virus en la población y su grado de inmunidad.

La primera oleada del estudio de seroprevalencia a más de 60.000 ciudadanos llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III en España refleja que solo el 5% ha generado inmunidad y esto puede deberse a varias razones.

Una es la "inmunidad cruzada" que podría tener parte de la población que cada año sufre los resfriados comunes que provocan los virus de la familia de los coronavirus y que podría hacer que determinadas personas padezcan una forma leve de enfermedad por el SARS-COV-2 o sean asintomáticos, indica este especialista.

Otra razón, según el doctor Julio García, es que puede haber casos que se hayan sometido a los test antes de que desarrollen anticuerpos, lo que ocurre a partir de la segunda o tercera semana desde el inicio de los síntomas del coronavirus, y por tanto el resultado podría ser un falso negativo.

Una tercera posibilidad es que haya individuos que, a pesar de haber tenido el virus, no muestren anticuerpos frente a los dos antígenos que se analizan en los test serológicos, la proteína Spike-1 (la llave que permite la entrada del virus en la célula) y la nucleoproteína (en el interior del patógeno). ¿Recomendaría que cualquier ciudadano se hiciese la prueba para saber si ha tenido el virus? "No", responde. "Estas pruebas sirven para hacer grandes estudios de población, hacer la prueba sin haber tenido nada puede dar un falso positivo".