De alcanzar los 266 ingresados por coronavirus en el peor momento de la pandemia a tener solo una docena de hospitalizados y ninguno en la UCI. Pese a que la situación en el área sanitaria coruñesa ha mejorado, los responsables de las especialidades más afectadas en el Hospital de A Coruña instan a la población a ser "prudentes" y tener "sentidiño" durante la desescalada para no volver atrás y sobrecargar de nuevo el sistema sanitario.

Con la tranquilidad de ver aligerada notablemente la carga asistencial, médicos de Urgencias, Neumología, UCI, Microbiología o Medicina Preventiva hacen balance de lo que han aprendido durante esta crisis sanitaria, qué cambios han llegado para quedarse y qué aspectos positivos pueden destacarse pese a todo lo vivido. En este sentido, todos coinciden en resaltar la unión y el refuerzo del trabajo en equipo que se ha vivido en los centros sanitarios, donde todos los profesionales (médicos, celadores o enfermeros) trabajan a una para luchar contra la pandemia.

Las cinco preguntas

David Freire, jefe de la UCI:

David Freire, jefe de la UCI:¿Qué han aprendido en su área con esta pandemia?

Aprendimos que somos vulnerables y que debemos estar preparados para situaciones de catástrofes que pueden aparecer de manera imprevista. Además ahora conocemos la gravedad de la enfermedad, sus complicaciones y cómo abordarlas o cómo tratar a los pacientes.

¿Que maneras de trabajar han adquirido que permanecerán tras las crisis?

Durante estos meses de pandemia mejoró la capacidad de trabajar en equipo y se crearon, dentro de las UCI, grupos de trabajo diferentes para tratar a pacientes Covid y a no infectados. Están en zonas distintas con el fin de disminuir la probabilidad de contagios entre pacientes y sanitarios.

¿Cómo se preparan para posibles rebrotes? ¿Están mejores preparados ahora?

Habría que repetir las mismas medidas que con el primer brote, pero ahora sabemos ya la gravedad del virus, cómo abordar sus complicaciones, usar los EPI, etc... Además el espacio habilitado en la UCI con posibilidad de albergar a 50 pacientes más se mantendrá disponible.

¿Cuál fue para usted el peor y el mejor momento de esta pandemia?

Lo peor fue al inicio cuando había hasta cinco ingresos de críticos nuevos al día, no se sabía lo que duraría y viendo Madrid tenía miedo de que la situación nos desbordara también. El mejor momento fue al dar de alta al primer paciente de la UCI y al final de abril, que bajaron los ingresos.

¿Qué aspectos positivos, si los hay, saca de esta emergencia sanitaria?

Me quedo con que desde el primer momento tanto el Sergas como el hospital tuvieron la capacidad de enfrentarse al problema y adoptar medidas para abordar la pandemia. Unas medidas que fueron eficaces y permitieron ir siempre por delante de la emergencia sanitaria.

Pedro J. Marcos, neumólogo

Pedro J. Marcos, neumólogo¿Qué han aprendido en su área con esta pandemia?

Que haber trabajado con planificación estratégica, anticipándonos a los posibles escenarios —situándose siempre en el peor— y haber sido permeables a las distintas visiones y opiniones nos permitió amortiguar el efecto de esta desgracia que nos ha tocado vivir.

¿Que maneras de trabajar han adquirido que permanecerán tras las crisis?

El desarrollo de las teleconsultas. Nos hemos dado cuenta de que con un teléfono y la historia clínica electrónica en muchas ocasiones es posible arreglar problemas al paciente sin que tengan que desplazarse al centro. También destaco el abordaje multidisciplinar de los pacientes.

¿Cómo se preparan para posibles rebrotes? ¿Están mejores preparados ahora?

Es necesario seguir pendientes de la evolución de la pandemia, pero de haber rebrotes ahora estamos más preparados. Ahora todos pensamos en Covid ante una determinada sintomatología, ha mejorado el diagnóstico, sabemos cómo tratar al paciente y ya hay diseñado un plan de contingencia.

¿Cuál fue para usted el peor y el mejor momento de esta pandemia?

El peor fue la última semana de febrero, cuando aún había en el ambiente cierta percepción de tranquilidad y de que esto no venía con nosotros, pero donde ya muchos trabajábamos a la carrera para ver qué íbamos a necesitar. Los mejor, la ayuda ofrecida en los momentos de más presión.

¿Qué aspectos positivos, si los hay, saca de esta emergencia sanitaria?

Que trabajar única y exclusivamente focalizados en resolver los problemas de los pacientes, sin interferencias alrededor, con cada profesional aportando desde su conocimiento y visión es posible y te acerca más a una solución favorable. Además a nivel profesional es mucho más reconfortante.

María José Pereira, jefa de Medicina Preventiva

María José Pereira, jefa de Medicina Preventiva¿Qué han aprendido en su área con esta pandemia?

Creo que ha puesto en evidencia la relevancia de estrategias básicas de prevención como la higiene de manos o el aislamiento para el control de las infecciones en el momento actual. Nosotros como servicio lo teníamos claro, pero había pasado a un segundo plano para muchos.

¿Que maneras de trabajar han adquirido que permanecerán tras las crisis?

El seguimiento de los contactos siempre ha sido clave para el control de brotes, pero quizás no teníamos ni la tecnología ni la estructura profesional para hacerlo. Con la pandemia toda esta estructura se ha reforzado y creo y espero que se mantenga en el tiempo.

¿Cómo se preparan para posibles rebrotes? ¿Están mejores preparados ahora?

Se ha aprendido mucho a nivel individual y como organización. Se han establecido unas dinámicas de trabajo que nos permiten identificar de forma ágil a los posibles casos, seguir a sus contactos y hay un protocolo para manejar a los pacientes. Y todo en un entorno seguro.

¿Cuál fue para usted el peor y el mejor momento de esta pandemia?

Marzo fue la etapa profesional más complicada a la que me he enfrentado. Vimos cómo la enfermedad aparecía y tuvimos que adaptar toda la organización a la nueva situación casi diariamente. El mejor momento es éste, con la esperanza de que estamos mejor preparados para nuevos retos.

¿Qué aspectos positivos, si los hay, saca de esta emergencia sanitaria?

Entre los aspectos positivos destacaría que esta situación de pandemia nos ha fortalecido como equipo. Los profesionales sanitarios hemos trabajado con un objetivo único en momentos complicados y entendiendo que el esfuerzo de todos era importante.

José Manuel Fandiño, coordinador de Urgencias

José Manuel Fandiño, coordinador de Urgencias¿Qué han aprendido en su área con esta pandemia?

Por una parte lo cambiante del mundo que nos rodea, de ese mundo que parecía inamovible y por otro, la capacidad de plasticidad del sistema sanitario. Ese encorsetamiento que se nos atribuye al sector público se ha visto que en situaciones de crisis como la actual no ha existido.

¿Que maneras de trabajar han adquirido que permanecerán tras las crisis?

El tener dos circuitos permanentemente abiertos: uno para la patología convencional y otro para la sospechosa de Covid19. Además ha habido un cambio de mentalidad, ser conscientes de que cualquier situación sanitaria en un punto del mundo, puede llegar hasta nuestro hospital.

¿Cómo se preparan para posibles rebrotes? ¿Están mejores preparados ahora?

La preparación se basa en la organización. Tenemos dos circuitos funcionando y el servicio está dividido estructural y organizativamente. Además se han diseñado fases de desescalada y escalada en función de la situación que se presente. Ahora estamos mejor preparados.

¿Cuál fue para usted el peor y el mejor momento de esta pandemia?

El peor momento fue la última semana de marzo con más de un 60% de pacientes con sospecha de Covid-19, muchos ingresos, pacientes que murieron solos, el dolor de las familias... Lo mejor cuando miraba a los ojos de los profesionales de Urgencias y veía su determinación.

¿Qué aspectos positivos, si los hay, saca de esta emergencia sanitaria?

La unión como sociedad, hemos vuelto a ser uno. Y desde el punto de vista de Urgencias la reafirmación de lo que somos, nuestra esencia, y la necesidad de tener ya de una vez por todas la ansiada especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias que acaba de anunciar Sanidad.

Germán Bou, jefe de Microbiología

Germán Bou, jefe de Microbiología¿Qué han aprendido en su área con esta pandemia?

Hemos aprendido que, aunque pudiera parecerlo, las enfermedades infecciosas no se han extinguido. Ahora es el Covid pero también están las bacterias resistentes a antibióticos, el zika, el ébola... Y también que los laboratorios ejercen una labor importante en el diagnóstico de casos.

¿Que maneras de trabajar han adquirido que permanecerán tras las crisis?

La pandemia obligó por primera vez en la historia a instaurar una guardia de Microbiología de 24 horas. A medio plazo el tener un laboratorio funcionando todo el día se va a mantener. También la tecnología adquirida que permite ser más eficaces y que lleva a organizarnos de otra forma.

¿Cómo se preparan para posibles rebrotes? ¿Están mejores preparados ahora?

Sin duda estamos ahora mejor preparados que hace tres meses ante un posible rebrote. Hemos implementado dos nuevos sistemas robóticos que permiten aumentar nuestra capacidad diagnóstica y llegar a sitios donde antes no podíamos. También a nivel organizativo hemos aprendido.

¿Cuál fue para usted el peor y el mejor momento de esta pandemia?

El peor momento fue a mediados de marzo cuando empecé a ver la dimensión real de la onda epidémica y la sensación de vivirla en nuestra ciudad y en nuestro hospital. No fue miedo, pero sí un profundo vértigo. Lo mejor, la respuesta en conjunto del servicio o la solidaridad de la gente.

¿Qué aspectos positivos, si los hay, saca de esta emergencia sanitaria?

Hemos mejorado como hospital y como organización en conjunto. Cuando la realidad te saca de tu situación de confort, habitualmente te obliga a dar lo mejor de ti mismo y se producen interacciones personales y profesionales que te hacen crecer como persona.

Marina Blanco, neumóloga

Marina Blanco, neumóloga¿Qué han aprendido en su área con esta pandemia?

Hemos confirmado algo que ya sabíamos, que cuando se unen fuerzas y se trabaja de forma coordinada se logran grandes objetivos. Además, creo que hemos aprendido la gran capacidad de reacción y adaptación a las circunstancias que tenemos los profesionales sanitarios.

¿Que maneras de trabajar han adquirido que permanecerán tras las crisis?

Sin lugar a dudas la telemedicina, entendida como el uso de las nuevas tecnologías para dar asistencia sanitaria a distancia. Ha sido uno de los grandes cambios en la manera de trabajar y no solo se quedará sino que es previsible que se incorpore cada vez más a los procesos asistenciales.

¿Cómo se preparan para posibles rebrotes? ¿Están mejores preparados ahora?

La experiencia y el aprendizaje adquiridos estos meses servirán de ayuda para afrontar próximos rebrotes de este u otros virus. Los conocimientos sobre las fases de la enfermedad también ayudarán a actuar de forma mas precoz y establecer los circuitos para la atención de los pacientes.

¿Cuál fue para usted el peor y el mejor momento de esta pandemia?

Lo peor fue cuando se diagnosticó el primer caso y no había consenso ni evidencia sobre los tratamientos a seguir e incluso se aconsejaban y desaconsejaban los mismos en cuestión de horas. Lo mejor cuando ya hubo cierto control de la dolencia y preveíamos su evolución.

¿Qué aspectos positivos, si los hay, saca de esta emergencia sanitaria?

No estoy convencida de que lo aprendido perdure en el tiempo porque el ser humano tiende a olvidar los momentos duros. Aún así destacaría el trabajo en equipos integrados por distintos profesionales (médicos, enfermeros, auxiliares) en un ambiente de colaboración sin precedentes.