Mata cada año a ocho millones de personas en todo el mundo -siete de ellas fumadoras y el resto, víctimas indirectas que inhalan el humo de los adictos al tabaco-, eleva el riesgo de sufrir varios tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias y solo en España está detrás de la muerte de 142 personas al día. El tabaco es un enemigo de la salud, pero todavía seduce a millones de personas y muchas se inician en el hábito antes de cumplir la mayoría de edad. Precisamente para intentar frenar la incorporación de nuevos fumadores, la campaña del Día Mundial sin Tabaco -que se conmemora hoy- se centra este año en proteger a los más jóvenes de la "manipulación de la industria" y evitar que caigan en esta adicción y lo hacen con llamativos carteles en los que supuestamente puede verse a niños fumando.

"Es muy importante que las administraciones igual que realizan campañas de prevención del coronavirus, las hagan frente al tabaco para prevenir sobre todo el consumo a edades tempranas", señala el vocal de la Sociedade Galega de Patoloxía Respiratoria Carlos Rábade, quien cree que hay dos medidas clave: "Hay que subir el precio del tabaco porque somos de los países donde es más barato y prohibir la publicidad indirecta".

Precisamente la OMS pidió esta semana a los Estados que prohíban la publicidad de cualquier artículo vinculado al hábito de fumar y que los influencers tampoco los promocionen. De hecho, este año se hace hincapié en la necesidad de que los jóvenes comprendan que pitillos con sabores, cigarrillos electrónicos o cachimbas también son peligrosos. "No son inocuos, todos tienen componentes tóxicos, se inhala humo y causan daño. Además este tipo de productos como las cachimbas o los e-cigarrillos hace que en el futuro sean más propensos a fumar tabaco", dice Rábade.