Fumar eleva tanto el riesgo de contagiarse de coronavirus como de sufrir complicaciones y de necesitar ingresar en la UCI. Desde la Sociedade Galega de Patoloxía Respiratoria (Sogapar) y la Sociedad Española de Medicina de Familia aseguran que los estudios realizados hasta el momento sitúan al tabaco como un aliado del Covid-19 y el propio Ministerio de Sanidad reconoce que los fumadores son "más vulnerables" al nuevo virus. "No solo tienen más riesgo de infectarse sino que son más susceptibles a tener una infección más grave y a necesitar cuidados intensivos", explica el vocal de Sogapar Carlos Rábade.

El propio hábito de fumar un cigarrillo convierte al que lo consume y a sus acompañantes en blanco fácil para el Covid-19. "Al fumar es inevitable tocarse la cara, la boca, la nariz y hay que quitarse la mascarilla y aumenta el riesgo de contaminarla", alertan en la Sociedad Española de Neumología (Separ). "Además el simple hecho de exhalar el humo del tabaco puede expandir el virus a su alrededor y contagiar a quienes están cerca", añade el neumólogo gallego Carlos Rábade. Por ello, desde Separ se solicitó hace unas semanas que se prohibiese el tabaco en terrazas y espacios públicos durante la desescalada para evitar este posible foco de contagios.

Pero además las propias características que adquiere el organismo cuando uno es fumador convierten a estas personas en más vulnerables frente al virus. "Hay estudios que demuestran que una de las vía de entrada del coronavirus son unos receptores llamados ECA 2 [presentes en el aparato respiratorio] y que hay en mayor número en los fumadores", explica Rábade -neumólogo en el Hospital de Santiago-, quien recuerda además que este colectivo "sufre alteraciones en la inmunidad innata y adquirida y esto hace que de por sí, sean siempre un grupo con mayor riesgo de contraer infecciones víricas".

Esta inmunidad alterada y el hecho de que el coronavirus afecte principalmente a los pulmones, muchas veces ya dañados por el tabaco en los fumadores, hace que quienes tienen el hábito del pitillo además presenten un mayor riesgo de sufrir complicaciones una vez contagiados. "Al tener alterados los mecanismos de defensa es más habitual que la enfermedad curse grave y necesiten ingresar en Cuidados Intensivos", dice Rábade. Sanidad le da la razón e incluso cuantifica -en función de varios estudios realizados en EEUU, Grecia y China durante la pandemia- las probabilidades: algunas investigaciones apuntan a que el riesgo de enfermedad grave es 1,4 veces mayor entre los fumadores y que este colectivo tiene 2,4 más posibilidades de ingresar en la UCI o de necesitar ventilación mecánica, en comparación con aquellas personas que no fumaban.

Por todo ello, los expertos creen que es un buen momento para sumar todavía más argumentos a las ventajas de dejar el pitillo. "Esto puede ser una oportunidad para dejar de fumar porque sabemos los riesgos que esto conlleva", indica el neumólogo Carlos Rábade que reconoce eso sí que, quizás el confinamiento no ayudó a dejar el hábito. "Es una etapa de ansiedad y estrés y para muchos fumadores el tabaco es una herramienta para luchar contra eso cuando es precisamente lo contrario", lamenta.

Una encuesta del Ministerio de Sanidad revela que durante la cuarentena apenas un 6% de fumadores dejó el hábito y un 5% reconoce que consumió menos cigarrillos. Los expertos piden pensar no solo en uno mismo sino en su entorno y aprovechar para abandonar el tabaco y reducir de paso el riesgo de contagiarse de coronavirus.