Laura Rodríguez, una técnica en cuidados auxiliares de enfermería de A Coruña, llevaba cinco años trabajando sin ir un día al paro —gracias a su buena posición en la lista de contratación— hasta el pasado 30 de abril cuando al no haber sido contratada como refuerzo para la pandemia (aunque sí trabajó con pacientes Covid) no le renovaron. Ella tuvo suerte porque enseguida puedo encadenar hasta tres contratos diferentes en mayo, pero denuncia que es "injusto" que sanitarios con menor puntuación sigan trabajando mientras quienes acumulan más puntos están en su casa. "Es discriminatorio y además ahora mismo ya no hay tanto Covid y ese personal de refuerzo está cubriendo el hueco que nos corresponde a las personas en listas", denuncia. Laura sospecha que hay dos motivos detrás de actitud del Sergas. "Por una parte queda muy bien electoralmente y de cara al público decir que se renuevan los contratos de refuerzo, pero nosotros somos el daño colateral. Por otra parte, otra sospecha es que posiblemente para pasar a fase 2 necesitaban tener cierto personal y fue más cómodo prorrogarlos", dice.