Alicia tiene bastantes necesidades de apoyo y problemas de conducta. Acostumbrada a pasar horas en el centro de día de la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga) —donde no solo realiza todo tipo de actividades sino que es una forma de ocio para estar en contacto con sus compañeros— ahora no lleva muy bien el tener tanto tiempo libre. "Las dos primeras semanas muy bien porque se lo tomó como unas vacaciones pero después aparecieron trastornos del sueño, se pasó noches en blanco y estaba más inquieta, tuvo problemas de ansiedad y de conducta", resalta su madre, Isabel Pedrera, quien explica que ahora Alicia atraviesa una fase de "apatía" al "aburrirse". "Las personas con estas necesidades tienen pocos recursos para pasar el tiempo y además hacen una clara distinción entre el centro, donde saben que tienen que hacer determinadas actividades, y su casa, donde creen que no es lugar para hacerlas", indica.

Desde que se alivió el confinamiento Alicia recibe la visita de una voluntaria "que la recoge y van a dar una vuelta" o "nos vamos en el coche porque a ella le gusta mucho". "Pero no quiere salir con nadie más, incluso con nosotros no quiere ir a una cafetería porque ella eso lo asocia a sus amigos, a sus compañeros con los que antes quedaba" dice Isabel, que reconoce que pensar en todo el verano sin el centro abierto le parece "tremendo". Ella tiene claro que no sería adecuado que los 200 usuarios de este centro de día en Oleiros volviesen a las instalaciones, pero aboga por un regreso "por grupos, poco a poco". "De hecho creo que incluso sería bueno para la asociación porque serviría como entrenamiento, primero un grupo, luego otro para ir adaptándose y no estar cerrados y luego volver todos juntos", sostiene para añadir que no le parece lógico que "haya gente en las playas, en las cafeterías y no en los centros donde todo está más controlado".

Y sobre las ayudas prometidas para poder contratar a un cuidador o un servicio de atención a domicilio se muestra cauta. "Lanzan las ideas pero luego habrá que mirar los matices porque sino esto qué será ¿café para todos? Imagino que irá en función de la renta. Además con la situación que se vive hoy en día igual esos 500 euros ya los necesita la familia para sobrevivir", explica Isabel Pedrera, quien antes que en la llegada de ese bono mensual que ha prometido el presidente Alberto Núñez Feijóo, confía "en que la asociación pueda organizarse para realizar cosas aunque todo esté muy condicionado".