El trasplante al que fue sometido Manuel Tesouro fue la última de las siete intervenciones de ese tipo que se llevaron a cabo en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) durante el pasado mes de marzo. En abril, solo se realizaron cuatro cirugías trasplantadoras en los quirófanos del centro de As Xubias -dos de hígado, una de corazón y otra de riñón-, mientras que, en mayo, el total de trasplantes volvió a cifras anteriores a la pandemia, al registrarse 26 injertos de órganos sólidos -nueve de riñón, seis de hígado, otros tantos de corazón y cinco pulmomares- gracias a la solidaridad de seis familias de Galicia y de otros puntos de España que dijeron "sí" a la donación. Seis de esas intervenciones se realizaron en un intervalo de apenas 24 horas. El próximo martes, además, está previsto que el Chuac reinicie los trasplantes de donante vivo.

La pandemia de coronavirus obligó a los hospitales españoles a revisar la idoneidad de los eventuales donantes. La garantía de los órganos que se implantan tiene que ser máxima. Por eso, se realizan test de la Covid a todo posible donante. Los pacientes que dan positivo, se descartan, lógicamente. Pero también los casos dudosos, aunque la prueba sea negativa.