Tres nuevos focos de contagios en los hospitales vascos de Txagorritxu, Basurto y Cruces evidencian que los contagios se producen principalmente en lugares cerrados y que, por eso, "no se puede bajar la guardia", según destacó el catedrático de Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco Guillermo Quindós. Unos datos que no confirmó ayer la consejera de Sanidad, Nekane Murga, que oficialmente no reconoce el rebrote del virus en el hospital de Cruces.

El foco de Covid-19 localizado en el Hospital vizcaíno de Basurto ha arrojado ya 20 positivos detectados a través de un total de 230 pruebas PCR, nueve de los cuales son profesionales del centro y el resto visitas o pacientes del pabellón Revilla, según informó Murga tras la reunión del Consejo de Gobierno Vasco.

En cuanto al primero de los casos, Murga ha explicado que se han llevado a cabo ya 230 pruebas PCR, más de 160 a profesionales sanitarios y 60 pacientes y visitas, que han dado como resultado un total de 20 positivos de personas que ya se encuentran en aislamiento.

En el hospital de Txagorritxu no ha habido nuevos positivos en pacientes ingresados ni en sanitarios, tras realizarse 102 PCR a contactos estrechos, por lo que los infectados son cuatro (dos pacientes, un profesional y una visita). Murga ha señalado que el foco "podría estar controlado", aunque ha precisado que no se puede hacer esa afirmación de manera rotunda teniendo en cuenta que el periodo de incubación de este virus puede alcanzar los 14 días.

Además, ha negado que haya un tercer foco en el hospital vizcaíno de Cruces, en el que una persona que había tenido contacto con profesionales sanitarios y pacientes en una unidad del centro dio positivo. Osakidetza no considera que esto suponga un foco porque "no hay evidencia de transmisión intrahospitalaria".

Todas las personas que han dado positivo en un test PCR están en aislamiento y en el caso de los profesionales de Basurto se les volverá a repetir la prueba en 14 días para verificar su estado de salud. El objetivo es llegar con estos test a "toda la plantilla en riesgo" en dos semanas.

La consejera dejó claro que no se van a prohibir las visitas en el pabellón Revilla a los pacientes no Covid sino que se van a controlar. Estos dos brotes, en su opinión, dejan en evidencia que el coronavirus no ha desaparecido y que "el sistema sanitario y el socio-sanitario" son espacios "vulnerables".