Todos hemos oído alguna vez la siguiente frase: "Los primeros años de vida de los niños y niñas son claves para su desarrollo". Y es algo en lo que están de acuerdo neuropsicólogos, psicólogos, pediatras, médicos, fisioterapeutas...

Siendo así, ¿sabemos qué es lo que tenemos que poner en práctica o a lo que debemos prestar especial atención si queremos ayudar a nuestros hijos en su desarrollo? El fisioterapeuta y experto en pediatría Iñaki Pastor nos lo cuenta en 7 claves:

1. La importancia del 'piel con piel'

Iñaki Pastor insiste en que hay dos cosas que realmente construyen el sistema nervioso de los niños: el tacto y el movimiento. Como indica el fisioterapeuta, "los bebés humanos necesitamos 9 meses hasta que empezamos a movernos, por lo que nacemos con una falta de madurez muy grande. Y una vez nacemos, necesitamos pasar 4 meses pegados a nuestra madre, por eso hay tantos estudios sobre los efectos positivos del "piel con piel".

Aquí reside una de las primeras claves que nos deja Iñaki: durante los primeros meses de vida, un niño debería pasar mínimo una hora al día piel con piel con sus progenitores, especialmente con su madre. En este punto, es importante saber que "la identidad de los niños se empieza a construir a través del reconocimiento de los otros, y esa identidad primero se adquiere por el hecho de ser tocados, porque para un bebé recién nacido ser tocado es ser amado".

¿Por qué es tan importante esto? Porque como nos indica Iñaki, "los bebés que sufren no-tacto pueden desarrollar, incluso, retraso mental, entre otros problemas muy serios".

2. La lactancia materna

La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que la leche materna sea el único alimento de los bebés hasta los 6 meses de edad. Respecto a este tema, volvemos al punto que indicábamos anteriormente: 'el piel con piel' es clave. "Cuanta menos ropa, cuanta más parte del cuerpo está tocando la otra parte del cuerpo, mejor va a comer".

También hay otros aspectos muy interesantes, como:

Estimular alrededor de la boca antes de que el niño/a tome el pecho, o el biberón, pues esta estimulación va a hacer madurar circuitos neurológicos que luego sirven para la masticación, para el habla.

Acariciar el interior de la mano del bebé al mismo tiempo que come hace que se desarrolle mucho mejor la succión, porque hay circuitos neurológicos que unen la mano con la boca, por lo que cuando el bebé es tocado en la mano, la boca empieza a funcionar mucho mejor. Esto también funcionaría con las plantas de los pies.

3. El movimiento, el estímulo más poderoso

Ya desde el embarazo es muy importante que los bebés noten el movimiento de su madre para conseguir un mejor desarrollo. Y cuando nacen pasa lo mismo. Este es un punto muy importante, "a veces movemos poco a los bebés porque pensamos que son de porcelana, que se van a romper, pero los bebés tienen que sentir movimiento".

En este sentido, Iñaki nos recomienda que el porteo sea el sistema principal de transporte. E incluso, que porteemos a los bebés mientras hacemos cosas en casa. "Dejarles en la cuna todo el día es contraproducente".

4. La gran importancia de jugar bocabajo

Nos suele dar miedo dejar a los bebés boca abajo por si les pasa algo. Además, desde que en el año 92 se dio la recomendación de que los niños durmieran boca arriba, acabamos aplicando esta recomendación para todo.

Pero es fundamental poner a los bebés boca abajo a ratos porque el hecho de que estén tantas horas boca arriba puede traer consecuencias serias, como el aplanamiento de la cabeza por detrás: "Tenemos porcentajes del 30% de bebés con la cabeza aplanada porque se pasan 6 meses bocarriba".

5. La visión, motor del desarrollo

¿Cómo podemos ayudar a los bebés a desarrollar bien su visión? El primer consejo que nos da Iñaki es proporcionar a los bebés estímulos adecuados. Sin embargo, solemos utilizar más estímulos inadecuados.

Todos los tipos de pantallas, en el primer año de vida, están completamente contraindicadas.

Por lo tanto, es muy importante: "menos pantallas y más estímulos adecuados, como caras, objetos en los lados (sobre todo en los primeros meses de vida), patrones de contraste, blancos y negros".

6. Ayudarles a despertar sus manos

El cerebro nace con una especie de mapas de nuestro cuerpo, pero cuando nacemos esos mapas no están muy definidos, por eso es tan importante que toquemos, besemos a nuestros hijos. De esta forma, ellos se irán haciendo una idea de cómo es su cuerpo. Y cuando sean ellos los que empiecen a tocarse, no les pongamos guantes (solo cuando salen de casa y hace frío).

7. Facilitar el desarrollo del lenguaje expresivo

Los bebés necesitan tener cerca a sus padres, pero, además, también necesitan que sean expresivos: la sonrisa, la mímica, la expresión de los progenitores hace que los niños desarrollen mucho mejor la movilidad de la boca. Pero hay otro detalle también muy interesante, "los bebés regulan su estrés gracias a la mímica y la expresividad de los padres, por eso es tan importante que madres y padres, cuando se dirijan a su bebé, sean extremadamente expresivos con la mirada, con los labios, la voz", nos indica Iñaki.

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