La Comisión Europea apremió ayer a los Estados miembro a que abran de nuevo el paso en sus fronteras interiores a más tardar el 15 de junio. Sin embargo, el Gobierno español mantiene su intención de no permitir la entrada de ciudadanos de otros países hasta el 1 de julio.

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, explicó ayer que la mayoría de los países de la UE levantarán fronteras "de forma gradual" el próximo 15 de junio, y otros, como España, lo retrasarán hasta "finales de junio" por motivos epidemiológicos.

"Queremos hacerlo de manera coordinada y cooperativa, y evitar movimientos unilaterales", subrayó González Laya en una reunión con otros 12 ministros de Asuntos Exteriores de los países europeos firmantes del Acuerdo de Schengen, que incluye a 26 países.

España ha insistido en que la apertura de fronteras se hará con criterios epidemiológicos similares "para proteger la salud de los ciudadanos españoles y sabiendo que las restricciones que se levanten hoy pueden reintroducirse si la situación sanitaria de deteriora".

La Comisión Europea, sin embargo, defiende que a partir del 15 de junio deben eliminarse las restricciones a la movilidad en los países de la UE. Señala el levantamiento de estas fronteras interiores como paso previo a permitir la entrada de turistas de terceros países en donde la situación epidemiológica esté controlada ya desde el 1 de julio.

El consenso entre los socios de la UE era reiniciar progresivamente la desescalada en el cierre de fronteras dentro del espacio Schengen, de modo que la libre circulación entre el espacio común funcionara con normalidad antes de pasar a la segunda fase de abrir el bloque a países terceros.

Bruselas considera que la primera parte de esta relajación de medidas se está cumpliendo ya en la mayoría de Estados miembro, por lo que pide "con firmeza" a los países que no lo han hecho aún a "concluir el proceso de levantar las restricciones a la libre circulación y retirar los controles interiores dentro de la UE antes del 15 de junio".

Este calendario eleva la presión sobre los tiempos previstos por el Gobierno de Pedro Sánchez, que mantiene en su estrategia de desescalada el 1 de julio como fecha para levantar esos controles.

Por su parte, Francia mantendrá las restricciones fronterizas con España hasta el 21 de junio, aunque para el resto de vecinos de la Unión Europea (UE) las levantará el próximo 15 de junio. "Después del 21, todas las restricciones deberían levantarse a uno y otro lado de la frontera franco-española", precisaron desde el Ministerio de Interior francés.

Italia ha abierto sus fronteras sin necesidad de cuarentena a todos los países de la UE desde el pasado 3 de junio y tenía previsto también la apertura desde el 15 de junio a otras naciones, pero su postura ha cambiado.

El ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza, afirmó ayer que la situación epidemiológica global aún no ofrece suficientes garantías para una apertura sin reglas prudenciales a los países de fuera de la Unión Europea (UE).

"Los datos que llegan de muchas áreas del mundo, en particular de América y Oriente, indican un crecimiento preocupante en los contagios que no podemos permitirnos subestimar.", señala el ministro francés de Sanidad.