Si Galicia despunta en ríos, no se queda atrás en verbenas, fiestas y eventos populares. Algunas estimaciones cifran en 3.000 las primeras solo en verano. Pero, aunque la comunidad dará mañana el salto hacia la nueva normalidad y será pionera en el Estado en hacerlo, las fiestas tendrán que esperar un poco más. Si nada se complica, es decir, si la evolución epidemiológica así lo aconseja, hasta el 1 de julio, junto con fiestas, otros "eventos populares" y atracciones de ferias. La Federación Galega de Municipios e Provincias pedía ayer a la Xunta un "protocolo" y "directrices concretas" para celebrarlas, incidiendo en que son "muy importantes" para los concellos por su "peso social y económico".

Pero también tendrán que esperar al día 1 los establecimientos de ocio para niños menores de 13 años (como los parques de bolas), las fiestas infantiles o las discotecas (terrazas aparte). Así consta en la resolución publicada ayer por la Xunta, que abre la mano en las medidas de prevención de la fase III respecto a aforos -hasta en general el 75% y grupos de hasta 25 personas-, pero donde se impone seguir guardando las distancias (1,5 metros) o, en su defecto, la mascarilla cuando no sea posible o en entornos con mucha gente, sobre todo cerrados. Porque, alega la Xunta, "si bien se ha superado la fase aguda de la pandemia", se requiere "cautela y autoprotección".

En cuanto a la mascarilla la regulación recogida en el Diario Oficial de Galicia se distancia de la propuesta esta semana por los Ministerios de Educación y de Sanidad al plantear la vuelta al cole. Mientras el Gobierno sugería prescindir de la protección facial en niños de hasta 4º de Primaria, la Xunta limita su exención a Infantil. "Para los supuestos en los que no sea posible guardar las distancias mínimas interpersonales que se determine será obligado el uso de mascarilla de protección con excepción del nivel de Educación Infantil", indica al aludir a centros educativos.

En la nueva normalidad también hay un regreso a los parques infantiles, pero con restricciones, y estas también se pueden aplicar a las playas. En ambos casos, la referencia para el cálculo del aforo máximo permitido es de cuatro metros cuadrados por usuario y en el caso de los arenales los concellos pueden establecer restricciones tanto de personas como de tiempo y las toallas y objetos personales deben guardar las distancias de seguridad. En el caso de las piscinas, lo mismo, pero se permite un 75% de usuarios. En lo que respecta a los parques infantiles, biosaludables, pistas de skate o espacios de uso público al aire libre similares, también funciona el límite de una persona por cada cuatro metros cuadrados.

Los entrenamientos, competiciones o eventos que se celebren en instalaciones deportivas (excepto la ACB y la Liga de Fútbol Profesional, que son competencia del Gobierno central) pueden tener público siempre que permanezca sentado y no supere el 75% del aforo permitido, con un límite máximo de 300 personas para lugares cerrados y mil en abierto. Esa norma vale también para los congresos.

Las bodas deberán adaptarse a los límites de los lugares de culto (con un aforo al 75%). Si se celebran en otro lugar o con banquete, deben respetar el 75% del aforo y, en todo caso, con un tope de 250 personas al aire libre y de 150 en recintos interiores. El 75% es el número más repetido en la nueva normalidad, ya que afecta a comercios, academias, autoescuelas, bibliotecas, archivos, museos, teatros o cines,. Como reglas generales para los negocios, la Xunta anima al pago con tarjeta y ordena colocar marcas para recordar la distancia de seguridad y recuerda a los clientes que pasen en los establecimientos solo el tiempo "estrictamente necesario". Por su parte, la Xunta recuerda que se puede suspender la actividad de cualquier establecimiento que las autoridades entiendan que puede suponer un riesgo de contagio.

En la nueva normalidad, la Xunta sigue contemplando la intervención de centros residenciales, públicos y privados. Y por ahora permanecerán cerrados, los servicios y centros de atención a la infancia, los espazos xove, los albergues de Política Social (los de Xuventude abren) o los centros de día ocupacionales, para mayores o personas con discapacidad excepto para terapias individuales.

Las actividades de tiempo libre dirigidas a población infantil y juvenil, se permitirán al aire libre siempre que se limiten los participantes al 75% de su asistencia habitual.