De nada sirve reactivar el turismo si se hace sin las medidas de seguridad adecuadas y estas visitas se traducen en rebrotes que conviertan el lugar de destino en una zona no segura a los ojos del resto del mundo. Abrir fronteras sin un control puede pasar de ser la solución a la crisis de hoteles y restaurantes a convertirse en su mayor enemigo. Esta es la opinión de expertos en materia sanitaria y el sector turístico que creen que para lograr un turismo seguro -que ofrezca garantías tanto a quien viaja como a quien recibe al visitante- no puede permitirse la llegada de personas de otros países sin verificar que no están infectadas. Para ello ven clave realizar test PCR a quienes quieran pasar sus vacaciones en España.

El Gobierno anunció el pasado domingo que adelantaba diez días la reapertura de fronteras con los países de la UE y que se permitirá la libre movilidad desde el 21 de junio. Será el fin del estado de alarma, se finalizará la exigencia a los extranjeros de pasar la cuarentena al llegar a España y a priori no se ha anunciado ninguna medida adicional de seguridad para vigilar el estado de salud de quienes visiten el país. "Tengo la impresión de que últimamente no se está yendo con la prudencia con la que se iba en los inicios de la desescalada. Entre países dentro de la UE y del espacio Schengen hay diferencias en la situación epidemiológica y seguramente también las habrá entre distintos territorios dentro de esos países, como ocurre en España", explica el profesor emérito de Medicina Preventiva de la Universidade de Santiago Juan Gestal, quien recuerda que la enfermedad muestra "una tendencia creciente" en Portugal y Suecia y otros países como Bélgica o Francia tienen "incidencias acumuladas" superiores a España. "Esto no se ha superado ni mucho menos, en una pandemia global la situación permanece hasta que decaigan los casos y no es así. Da igual que en una zona no aumenten los casos si se permite entrar a gente de zonas en las que sí", añade el investigador del CSIC y miembro del Grupo de Inmunología y Genómica Antonio Figueras. También desde el sector turístico piden ser cautos. "Reabrir fronteras puede ser positivo para la economía pero si se hace sin las medidas de seguridad sanitarias, puede ser negativo y dañar la imagen del país al ser considerado un destino no seguro", señala el profesor de la Escuela de Turismo de A Coruña Jakson Renner Rodrigues.

Para todos, un buen modo de garantizar un turismo seguro es obligar a los viajeros a realizarse una prueba PCR. "Unas 24 o 48 horas antes de llegar a España y comprobar que es negativa, algo que ya hacen en Austria o Hong Kong", indica Figueras. "Grecia también lo va a exigir, me parece un buen sistema", añade Rodrigues. "Una PCR negativa o una prueba de anticuerpos IgG positiva darían mucha seguridad, pero no sé si esto será aplicable pues puede suponer un freno a la llegada de turistas", explica Gestal, quien descarta la toma de temperatura en los aeropuertos como una medida fiable: "Su validez para detectar casos es muy discutible y además no detecta a los asintomáticos".

Más allá de los test, Gestal apuesta por los llamados corredores seguros - "la movilidad entre territorios con similar situación epidemiológica me parece lo más prudente en un inicio", dice- mientras desde sector turístico creen que este año una buena fórmula para evitar riesgos es "el turismo de proximidad". Todo ello sin olvidar que también el turista necesita saber que visita un destino seguro. "En un estudio que realizamos entre varias universidades y con encuestas en España, Brasil, México, EEUU, Italia y Portugal se ha visto que la gente quiere viajar pero que antes de hacerlo va a informarse de la situación de la enfermedad en ese país y este año también se contratarán más seguros de viaje", explica Rodrigues, quien tiene claro que "el sector está preocupado por ofrecer un servicio de calidad y seguro, cumpliendo los protocolos porque si llegan los turistas pero sin control y hay rebrotes, eso va a afectar a ese hotel, ese país, a la industria en general".

Sin control previo a los turistas, los expertos temen rebrotes. "Estamos jugando con fuego. Está claro que se han tenido en cuenta el coste-beneficio y jugamos a ver que pasa pero si hay un rebrote, el número de camas hospitalarias, por ejemplo, está calculado para la población residente en una comunidad, ¿estamos preparados para afrontarlo?", se pregunta Figueras. "Al incrementarse la movilidad aumentan las posibilidades de rebrote", añade Juan Gestal. Y esta regla, aseguran, pude aplicarse también dentro de España. "Hay que hacer un cambio en la ley sanitaria que permita restringir la movilidad en casos como este de pandemia", señala el investigador del CSIC. Gestal aboga también en el caso del turismo nacional "por corredores seguros" entre zonas con una situación epidemiológica similar. Todo para conseguir un turismo 100% seguro este verano.