Profesionales dedicados a los cuidados, dependientes la Consellería de Política Social, se concentraron ayer a las puertas de sus centros de trabajo para exigir "negociar" sus derechos, sobre todo las horas de descanso. En el área coruñesa protestaron los trabajadores de la residencia de mayores de Oleiros; y de la residencia Torrente Ballester y el Centro de Atención a Personas con Discapacidad de A Coruña (en la imagen). El secretario comarcal de la CIG, Eduardo Freire, aseguró que estos empleados ya estaban "saturados" antes del estado de alarma y que ahora la carga es "brutal".