Faltaban dos horas para que entrase en vigor la autorización de moverse entre comunidades autónomas gracias la implementación general de la "nueva normalidad" cuando la Policía Local de Baiona se encontró con un conductor que manejaba su vehículo con signos evidentes de haber consumido alcohol. Pero lo que empezó como un rutinario control de alcoholemia desembocó en un enfrentamiento con los agentes y el posterior descubrimiento de que esta persona, un varón de 68 años, era un vecino de Palma de Mallorca sin domicilio en Pontevedra que se había saltado las restricciones del estado de alarma.

Corrían las 22.00 horas de ayer, sábado, cuando en un control motivado por la peatonalización circunstancial del centro de Baiona percibieron a un coche circulando de manera anómala. Los agentes le dieron en alto en la rotonda de Colón y rápidamente notaron que el conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, el hombre de 68 años se negó de manera reiterada a someterse a la prueba de alcoholemia, así que los policías se vieron obligados a interponer una denuncia penal contra el varón, al que dejaron en libertad.

Minutos después el hombre regresó al punto del control con la intención de increpar y amenazar a los agentes. Después de varios insultos, un empujón y un intento de agresión los policías le detuvieron por atentado contra la autoridad. Al revisar los datos del señor, comprobaron que era un vecino de Palma de Mallorca, que el coche estaba a su nombre y que no constaba ningún domicilio en la provincia. Tras exigirle las explicaciones oportunas, el hombre no fue capaz de argumentar cómo y cuándo había llegado a Baiona, por lo que también fue denunciado por saltarse el estado de alarma.