El director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, advirtió ayer que el coronavirus sigue expandiéndose, aconsejó no bajar la guardia y subrayó que cada día se registran en Europa 20.000 nuevos casos y 700 muertes. "La pandemia sigue acelerándose. El domingo se registró un número récord de nuevos casos, con 183.000 confirmados en 24 horas (en todo el mundo)", alertó Kluge.

De los nueve millones de casos en el mundo, más de 2,5 millones han sido en Europa donde, "a pesar de que se registra una disminución en la proporción de casos globales respecto al principio del año" la enfermedad se sigue propagando.

"La última semana Europa ha visto un crecimiento de infecciones semanales por primera vez desde hace meses", una tendencia que responde a la flexibilización o finalización de las restricciones que trajo consigo el virus. El riesgo de rebrotes se ha convertido ya en varios países en una realidad y en la última quincena, 30 países han visto aumentar los casos acumulados.

"La aceleración de la transmisión ha llevado a un resurgimiento significativo de casos que, si no se atiende, volverá a llevar a los sistemas sanitarios al límite", alerta Kluge. Sin embargo, el director general también resaltó los logros y avances conseguidos.

Kluge felicitó a España, Polonia, Alemania e Israel por "responder icon rapidez" y controlar "los peligrosos brotes de Covid-19 asociados con la reapertura de las escuelas, minas de carbón y centros de producción de alimentos" que han ocurrido recientemente.

Otro punto positivo, para este miembro de la OMS, es que "varios ministros de Sanidad han informado de un cambio en el comportamiento de la gente, principalmente que están respetando el distanciamiento físico y usando mascarillas", medidas preventivas fundamentales cuando la pandemia ha acabado con la vida de cerca de 480.000 personas en el mundo.

Kluge también se refirió a los sistemas de vigilancia del Covid-19 e instó a los países a "mejorar la única forma que tenemos de minimizar la transmisión: localizar, aislar y cuidar cada caso y encontrar y poner en cuarentena a todos sus contactos".

Por otra parte, médicos alertaron ayer -en una carta enviada al British Medical Journal- de que los test de anticuerpos a disposición de los empleados sanitarios y cuidadores del Reino Unido carecen de una fiabilidad adecuada.

El Gobierno británico anunció el pasado mes la adquisición de 10 millones de pruebas de anticuerpos y pidió a las organizaciones del servicio sanitario público así como a las residencias de ancianos que los pusieran a disposición de sus empleados o de los pacientes que consideren que es necesario. Pero la misiva firmada por 14 académicos expresa su preocupación por aspectos como el "rendimiento" de esas pruebas y su coste.

Además recuerdan que el hecho de que alguien de positivo no puede ser equivalente a inmunidad ya que se desconoce cuánto tiempo dura.